Central Córdoba despidió con profundo pesar a Guillermo Bravo, expresidente y una de las figuras más importantes en la historia institucional del club. Bravo presidió la entidad en los períodos 1986-1988 y 1997-1999, aunque su vínculo con el Ferroviario se extendió por más de dos décadas, dejando una huella imborrable en su desarrollo y crecimiento.
Más allá de su labor en la institución santiagueña, Bravo tuvo un rol clave en la evolución del fútbol del norte argentino. Fue uno de los dirigentes que impulsaron la creación del Torneo Nacional B, permitiendo que Central Córdoba compitiera en la segunda categoría del fútbol argentino durante seis temporadas en su primera etapa. Su legado sigue presente en el club y en el fútbol regional.
Desde la familia ferroviaria, expresaron sus condolencias a sus seres queridos y destacaron su inquebrantable compromiso con la institución. Su nombre quedará grabado en la historia de Central Córdoba.
