Hace más de 10 años, cuando el deseo de ser campeón del mundo y figura de la Selección Argentina todavía no era más que un sueño, Rodrigo de Paul ya había confesado su idolatría por Juan Román Riquelme.
Ya con el mote de ídolo de la “Scaloneta” y con más de un lustro en el fútbol europeo en el lomo, al “Motorcito” no le cambió su sentimiento por el Diez.
“Mi ídolo de chico era Román. Hablo con él por WhatsApp. Me escribe un montón por esto de la selección, me felicita. Yo lo felicité cuando ganó las elecciones”.
Y agregó: “¿Jugar en Boca? No, yo en Argentina juego en Racing”, dijo.