Casi cuatro de cada diez personas en todo el mundo creen que no se debería permitir a las personas que viven con el VIH trabajar directamente con quienes no lo tienen, según una nueva encuesta publicada antes del Día Mundial del Sida.
Más de 40 años después del comienzo de la epidemia de sida, persisten el estigma y la discriminación relacionados con el VIH. Hasta seis de cada diez personas apoyaron la obligatoriedad de las pruebas del VIH antes de poder trabajar.
El estudio de la Organización Internacional del Trabajo reveló cómo las actitudes estigmatizadoras y discriminatorias se ven alimentadas por la falta de conocimientos sobre la transmisión del VIH, publica la ONU.
Sólo una de cada dos personas sabía que el VIH no se transmite al compartir el baño y sólo una de cada cuatro personas respondió correctamente a las preguntas sobre cómo se transmite el VIH.