Por Flavio Goldvaser, Analista Internacional
A más de tres semanas de comenzado el conflicto entre Rusia y Ucrania, no conocemos realmente los objetivos militares definitivos de las fuerzas rusas porque nunca lo han expresado con claridad ya que esto sería un grave error ofensivo.
La idea sustentada por la mayoría de los analistas militares occidentales y con las cuales concordamos, es la de que las intenciones militares rusas al lanzar esta operación fueron las de maximizar las conquistas territoriales con un ataque rápido de no más de dos semanas. Con objetivos que incluirían tomar la capital Kiev; dividir al país en dos mitades de Norte a Sur a través del Rio Dniéper y sacarle a Ucrania el sur y toda conexión con el Mar Negro para así establecer una continuidad territorial que una a la región secesionista de Transnistria en Moldavia con Crimea y de ahí con el resto del territorio de Rusia a través de las llamadas Repúblicas del Donbass.
Podemos con todo esto hacer un análisis militar del estado actual del conflicto y ver cuáles serían las opciones militares de ambos contendientes para las próximas semanas. Que pueden llevar en última instancia a ambos bandos a la mesa de negociaciones para finalizar guerra.
Para comenzar, debemos decir que las enormes pérdidas que las fuerzas militares rusas están teniendo, tanto en cantidades de equipamiento como en tropas, cuando ni siquiera han podido realizar una ofensiva importante, hacen a esta campaña totalmente insostenible en el largo plazo ya que esta situación se agravará en el tiempo y las perdidas rusas no harán mas que aumentar cuando las armas y municiones de última generación procedentes de los países del Pacto de la OTAN comiencen a llegar a Ucrania.
Debemos detenernos un momento para explicar un hecho muy significante en lo que se denomina la “economía de la guerra”, ya que la definición de conflicto "perdido" hace referencia a que los costos de asegurar una victoria son tan altos que hacen prácticamente insostenible seguir con una campaña militar por lo que uno o ambos involucrados querrá buscar una salida diplomática.
Dentro de este marco situacional se hace difícil visualizar cómo Rusia pueda realizar una ofensiva ordenada exitosa si es que Ucrania comienza a recibir y desplegar en las próximas semanas nuevas armas, sistemas de defensa anti-aéreos o anti-tanques como las municiones “suicidas” del tipo Switchblade 600 que pueden destruir artillería y vehículos blindados hasta una distancia de 40 km. Es por esto que Rusia declaró que considerará hostil a todo embarque de armas que se encuentre en camino a Kiev y a los que se considera habilitado para destruir sin más.
Los generales y analistas rusos del Bureau de Seguridad Federal (ex-KGB) piensan que en estas condiciones de evolución del campo de batalla sólo les queda una chance para, con un gran impulso tratar de conseguir un triunfo en el este.
Y eso es todo.
A menos que se decidan optar por algún ataque con armas no convencionales para des-escalar el conflicto y obtener así condiciones más favorables para un cese al fuego.
La única gran esperanza rusa en este conflicto esta puesta en las tropas de las regiones del este, cercanas al Donbas, las que siguen avanzando lentamente y están procurando realizar una gran maniobra de cerco al ejército regular ucraniano, aunque el área que tienen para rodear es enorme y requeriría de al menos 100.000 soldados (y en esta etapa sólo disponen de la mitad de esa cantidad).
Región que esta defendida por un grupo de 35.000 tropas ucranianas que podrían contraatacar en cualquier punto a través de esa línea y generar una catástrofe mayor al ejército ruso, que se vería obligado a retirarse.
¿Será por eso que Rusia está movilizando reservas desde Armenia, Osetia y la costa del Pacifico? Todavía no podemos saberlo.
Y como ya explicamos anteriormente, aunque las pérdidas rusas son insostenibles en el largo plazo queda pendiente la pregunta de cómo puede Ucrania evitar perder más territorio en el corto plazo. Esta pregunta pone a Ucrania en una postura más defensiva, lo que dificulta a sus militares toda consideración estratégica en esta guerra. La única esperanza que tienen en esta situación es la de ver sí pueden elevar el número total de sus tropas profesionales y voluntarias llevándolas a no menos de 400.000 combatientes.
Como verán, no se trata tanto de calidad de combatientes como de números.
Pero aquí surge otro inconveniente: cómo se los organiza, entrena y moviliza para una ofensiva sin que se conviertan en carne de cañón y caigan muertos por ataques aéreos rusos cuando todavía están entrenando para combatir y no tienen una mínima idea de lo que están haciendo, mientras Rusia mantiene superioridad en los cielos.
Es por esto que Ucrania una y otra vez ha estado rogando por una zona de exclusión aérea, que le permita mover sus unidades desde el oeste sin el riesgo de que sean diezmadas desde el aire.
En definitiva y a pesar de las grandes pérdidas rusas, Ucrania sigue estando en una situación muy difícil aunque tiene una oportunidad de ganar el conflicto militarmente; pero no en tan buenos términos como algunos comentaristas de TV aseguran que será.
Para Putin su mejor opción sería consolidar el puente terrestre en toda la zona del Mar Negro y el Mar de Azov, por eso si llegan a Odesa y controla todo el sur, los analistas militares que consultamos plantean que los rusos sólo deberían concentrarse en afianzar sus posiciones manteniendo la presión sobre Kiev sin conquistarla. Debido en primer lugar a su propia imposibilidad de retirarse sin sufrir graves pérdidas y segundo para seguir manteniendo a las fuerzas ucranianas ocupadas en su defensa y por ende imposibilitadas ayudar a Odesa en el sur.
Aunque todavía este conflicto sigue con un final abierto, donde todas las partes tienen todo en juego y ni siquiera las opciones de una guerra no convencional parecen descartadas; los únicos y verdaderos perdedores son los habitantes de Ucrania que ven totalmente destruidas sus vidas y esperanzas de tener un presente digno. Y por supuesto los miles de soldados de ambos bandos que han muerto o quedan terriblemente mutilados.
Y sus familiares.
