Casi toda la población mundial, el 99%, respira un aire que supera los límites de calidad del aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud y que pone en peligro nuestra salud, según la actualización 2022 de su base de datos sobre la calidad del aire.
Los habitantes de los países de ingresos bajos y medios son los más expuestos a la contaminación del aire. También son los menos cubiertos en cuanto a medición de la calidad del aire, pero la situación está mejorando.
El aire en el 17% de las ciudades de los países de ingresos altos está por debajo de los umbrales establecidos. Mientras que, en los países de ingresos bajos y medios, menos del 1% de las ciudades tienen una calidad del aire que se ajusta a los umbrales recomendados, publica la ONU.
La OMS recomienda construir sistemas de transporte público seguros y asequibles, aplicar normas más estrictas sobre las emisiones y la eficiencia de los vehículos, invertir en viviendas y en sistemas de generación de energía eficientes y mejorar la gestión de los residuos y reducir actividades como la producción de carbón vegetal entre otros.