Las agencias humanitarias de la ONU advierten que 18 millones de personas de la región africana del Sahel se enfrentan a una grave hambruna en los próximos tres meses, debido a una combinación de inseguridad, pandemia de coronavirus, perturbaciones climáticas y precios de los alimentos que alcanzan cifras récord en la región.
La situación ha alcanzado niveles alarmantes en Burkina Faso, Chad, Malí y Níger, donde se prevé que la población experimente niveles de emergencia de inseguridad alimentaria durante la temporada de escasez entre junio y agosto.
Para ayudar a la gente, la ONU ha liberado 30 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias para esos cuatro países. Esta inyección de dinero ayudará a las agencias sobre el terreno a ampliar inmediatamente la respuesta de emergencia, publica la ONU.
"En el Sahel, se estima que 7,7 millones de niños menores de 5 años sufran desnutrición. 1,8 millones están gravemente desnutridos y, si no se amplían las operaciones de ayuda, esta cifra podría alcanzar los 2,4 millones a finales de este año”, dijo Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria.