A tan solo dos meses de haber asumido el pontificado, el papa León XIV anunció que realizará un retiro espiritual del 6 al 20 de julio, retomando así una tradición interrumpida durante el papado de Francisco. El nuevo Sumo Pontífice se alojará en Villa Barberini, la histórica residencia papal situada en Castel Gandolfo, en las afueras de Roma.
El descanso, que se inscribe en el marco de un período de reflexión y renovación espiritual, incluirá la celebración de dos misas especiales y el rezo del Ángelus dominical desde el mismo lugar, un sitio de alto valor simbólico para la Iglesia.
Villa Barberini forma parte del complejo de residencias papales de Castel Gandolfo, tradicionalmente utilizadas por los pontífices como lugar de descanso desde el siglo XVII. Sin embargo, esta práctica había quedado suspendida durante el papado de Francisco, quien decidió no hacer uso de la residencia para mantenerse siempre en el Vaticano.
Con esta decisión, León XIV marca un retorno a las costumbres de sus predecesores, al mismo tiempo que pone énfasis en la necesidad del reposo, la contemplación y la oración. Está previsto que el pontífice regrese a sus actividades habituales en la Santa Sede el 20 de julio, luego de este período de descanso.
