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El Mundo

Un adiós nunca antes visto: el funeral que movilizó a más de 500 mil personas

El funeral de Jorge Mario Bergoglio no solo marcó un punto culminante en la historia reciente de la Iglesia Católica, sino que también dejó una imagen imborrable.

En una jornada cargada de profunda emoción y recogimiento, medio millón de personas desbordaron las calles de Roma para despedir al Papa Francisco, en un funeral histórico que se convirtió en una masiva expresión de cariño, dolor y gratitud hacia el pontífice argentino.

La ceremonia central tuvo lugar en la plaza San Pedro del Vaticano, donde más de 250 mil fieles y 150 delegaciones de líderes mundiales se congregaron para rendirle homenaje. El Papa fue recordado como "un pastor del pueblo", comprometido con los pobres y los más vulnerables, como destacó en su homilía el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.

"Su sueño era una Iglesia pobre para los pobres", remarcó Re, evocando también los constantes llamados del Papa a la paz y su condena rotunda a la guerra como "un desastre y una derrota para todos".

Luego del emotivo funeral, el féretro de Francisco fue colocado en un vehículo blanco y escoltado por la guardia presidencial italiana en un recorrido de seis kilómetros a través del corazón de Roma. A su paso, miles de fieles, muchos de ellos jóvenes con banderas y dibujos dedicados al Papa, lanzaron flores, aplaudieron y vitorearon su nombre, en una muestra de afecto pocas veces vista.

El cortejo atravesó lugares emblemáticos como el Obelisco y el Coliseo, que también se vieron colmados de gente. "Nunca se registraron números como en esta triste ocasión", reconoció el ministro del Interior italiano, Matteo Pentedosi, en referencia a la magnitud de la convocatoria popular.

La procesión culminó en la Basílica de Santa María la Mayor, donde cuarenta personas, entre ellas pobres, migrantes, presos y transexuales, recibieron el féretro, reflejando el espíritu inclusivo que caracterizó al pontificado de Francisco. Este grupo, organizado por Cáritas Italiana, simbolizaba a los predilectos de su misión pastoral.

En una escena de profunda sencillez, el féretro fue trasladado hacia la capilla que alberga el ícono de la Salus Populi Romani, del que Jorge Bergoglio era particularmente devoto. Allí, en un sepulcro modesto marcado con una simple lápida que dice "Franciscus", quedó finalmente descansando.

Entre los asistentes al funeral se destacaron figuras como el presidente estadounidense Donald Trump, el presidente argentino Javier Milei, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Keir Starmer, el príncipe Guillermo de Inglaterra, el rey Felipe VI de España, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y el primer ministro húngaro Viktor Orbán. La presencia de Trump atrajo especial atención, más aún tras trascender su reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, descrita como "muy productiva".

Mientras tanto, los cardenales menores de 80 años siguen llegando a Roma, preparándose para el futuro Cónclave que, tras los nueve días de luto, comenzará el próximo 6 de mayo en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de Francisco.

El funeral de Jorge Mario Bergoglio no solo marcó un punto culminante en la historia reciente de la Iglesia Católica, sino que también dejó una imagen imborrable: la de un pueblo que, entre lágrimas, aplausos y flores, despidió a quien supo caminar junto a los últimos, predicando con su vida la misericordia, la paz y el amor.

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