Dos causas, 14 años de diferencia y un flagelo que aún no se resuelve: la inseguridad. En las últimas horas se conoció que el médico cirujano asesinado el jueves frente a su casa de la localidad bonaerense de Morón fue el que le había salvado la vida al exfutbolista Fernando Cáceres.
Juan Carlos Cruz tenía 52 años, era Jefe de quirófano del Hospital Carrillo de Ciudadela y atendió a Cáceres el 1º de noviembre de 2009, cuando el entonces director técnico de las inferiores de Independiente fue asaltado en Ciudadela por dos menores de edad (lo interceptaron para robarle el auto, un BMW) y sufrió un disparo en su ojo derecho que lo puso durante dos meses entre la vida y la muerte.
"Lo conocí en un mal momento de mi vida pero también puedo decir que hoy gracias a él estoy ahora hablando. Él me recibió a mí en el hospital y me llevó al quirófano", declaró Cáceres en diálogo con TN.
Y agregó: "Él quería mucho su profesión y la hacía muy bien. Hablé con él por un tratamiento que tuve que hacer, lo único que salió de mi parte fue todo lo que hizo. Me puso contento porque lo puedo ver y le pude agradecer".
Según los resultados de la autopsia, Cruz (recién salía de trabajar y le estaba llevando un aire acondicionado a su mamá) fue ejecutado de un único disparo con una pistola 9 milímetros apoyada en la cabeza por tres delincuentes que le robaron el auto -lo descartaron en Rafael Castillo- y se fugaron.
Una cámara ubicada en la esquina de la escena del homicidio registró gran parte de la secuencia de lo ocurrido, aunque a cierta distancia y en momentos que había varios transeúntes en la vía pública.
Télam