
El incremento en el pago de las importaciones durante marzo fue del 122%. En total, el Banco Central se desprendió de 5752 millones de dólares, vendidos en plena corrida cambiaria previa al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En la comparación mensual, el crecimiento del pago de importaciones fue del 20%. El Gobierno de Milei promovió la entrega de dólares baratos instituida como el mecanismo que le metió tensión al mercado cambiario. Entre enero y marzo, salieron del sistema 16.000 millones de dólares.
“El total del pago de importaciones de marzo se ubicó por encima de las importaciones de bienes FOB del mes, las cuales fueron de USD 5.691 millones. Cabe recordar que los importadores pueden cancelar importaciones y deuda comercial a través del acceso (con ciertas restricciones) a los mercados alternativos y también con BOPREAL, por lo que, para realizar una estimación de la variación del endeudamiento comercial, es necesario tener en cuenta todos estos mecanismos de pago. Los importadores habrían cancelado obligaciones por importaciones por estos mecanismos por unos USD 840 adicionales”, puede leerse en el informe oficial del BCRA.
Al mirar el comportamiento del pago de las importaciones durante el primer trimestre del año, la salida de divisas totalizó los 16.000 millones de dólares, un alza del 213%. En el desagregado, los principales sectores que promovieron la salida de divisas fueron los siguientes:
* La industria automotriz representó una salida de dólares para el pago de importaciones por un total de 4982 millones, un alza del 715%.
* Los pagos en la industria química, caucho y plástico llegaron a los 2265 millones de dólares, un aumento del 176%.
* Por el rubro comercio, la salida fue de 1775 millones de dólares, un salto del 339%.
* En el caso de máquinas y equipos, el pago fue por 1616 millones de dólares, con un alza del 405%.
* Para alimentos y bebidas, el Banco Central autorizó la salida de 748 millones, un incremento del 299%.
Ingreso por exportaciones
Los ingresos de cobros de exportaciones de bienes del resto de los sectores a través del mercado de cambios totalizaron USD 3.449 millones en marzo, mientras que se realizaron exportaciones de bienes FOB por USD 3.898 millones en el mes. “Considerando también la estimación de los ingresos que las empresas tuvieron a través de los mercados bursátiles, estos sectores habrían aumentado su stock de deuda comercial a lo largo del mes”, indicó la autoridad monetaria.
En cuanto al comportamiento sectorial de marzo, se destacó el incremento interanual en los cobros de exportaciones de los sectores “Minería”, “Comercio” e “Industria Automotriz” con aumentos del 71%, 24% y 19%. “Por el contrario, los sectores “Maquinarias y Equipos”, “Alimentos, bebidas y tabaco” y “Energía” experimentaron reducciones interanuales del 15%, 12% y 10%, respectivamente”, concluyó el BCRA.
Apertura importadora
La apertura importadora de la administración de Javier Milei pone en jaque a miles de pymes. De acuerdo al último informe de la balanza comercial del Indec, los ingresos de productos de China aumentaron un 86% durante marzo. Esta no es una buena noticia para el Gobierno, teniendo en cuenta la salida de divisas a un tipo de cambio atrasado durante el mes pasado; por el lado de las exportaciones, se registró una caída en las cantidades vendidas del 4%.
En este contexto de aumento de las importaciones desde China, las pequeñas y medianas empresas quedaron en estado de alerta.
A contramano de lo que sucede en el mundo a raíz del incremento de aranceles para las importaciones que lleguen a los Estados Unidos, la administración Milei decidió dejar sin defensas a vastos sectores de la economía local especializados en generar mano de obra intensiva.
El Gobierno celebró a lo pirro la imposición del 10% de aranceles para los productos locales - en vez de un 25% como a otras naciones - como si tal decisión trumpista fuese una victoria para el país. Una mirada miope. Las importaciones del sudeste asiático y de otros países que no puedan ingresar en los Estados Unidos encontrarán en la apertura comercial de la Argentina un salvoconducto que podría dejar un tendal de pymes destruidas, conjuntamente con otros cientos de miles de puestos de trabajo destruidos.
La suba de aranceles a la importación impuesta por los Estados Unidos como parte de su guerra comercial contra el mundo entero hace plausible suponer una suerte de aluvión de productos fabricados en distintas partes del mundo - como el sudeste asiático- que buscarán colarse por las fronteras de aquellos países que carezcan de medidas proteccionistas. La Argentina parece llevarse todos los números.
Según el Observatorio Pyme, la economía vernácula transita un sendero de desregulación del comercio exterior - que convive con los cambios geopolíticos y regulatorios de los Estados Unidos- que podría tener impactos ambiguos sobre la producción. “Mientras simplifica ciertas operatorias que favorecen el acceso a insumos, componentes y tecnología, avanza en una apertura comercial que incentiva la entrada de productos terminados, así como la sustitución de proveedores locales por externos”, puede leerse en su informe “Amenaza importadora en las pymes”.
Bajo este contexto de guerra comercial, una encuesta del Observatorio Pyme determinó que el 40% de las empresas PyME industriales se siente amenazada por las importaciones en las ventas al mercado interno. Dicho valor sería similar a la proporción verificada en 2018 (40%), 2016 (39%), 2009 (36%) y 2008 (37%). Además, el 56% de las pequeñas y medianas empresas industriales que identificaron a las importaciones como una amenaza también avizoran una caída de su participación en el mercado interno (23% del total).
Con información de El Destape