El Gobierno nacional ha iniciado una profunda reestructuración en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que incluye el desplazamiento de más de 500 agentes y una revisión integral de su funcionamiento. La medida, promovida por el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, con el apoyo del asesor presidencial Santiago Caputo, apunta a reformar el sistema de inteligencia en Argentina, al que describen desde la Casa Rosada como “ineficiente y desactualizado”.
Según fuentes oficiales, la decisión se tomó luego de un análisis exhaustivo de la trayectoria de los agentes y los expedientes judiciales de las causas que involucran a espías, solicitados hace más de tres meses. En este contexto, el Ejecutivo ya dio de baja los contratos anuales heredados de gestiones anteriores y ha impulsado jubilaciones anticipadas para agentes de planta.
La SIDE, que actualmente cuenta con alrededor de 1,800 agentes divididos entre operaciones locales y en el exterior, ha visto una disminución de personal en áreas clave como análisis, contrainteligencia, y apoyo. Hasta ahora, más de 147 agentes pertenecientes a la administración kirchnerista han sido puestos en disponibilidad, mientras que el foco ahora se centra en aquellos ingresados durante el gobierno de Mauricio Macri.
Cambio de rumbo y nuevos perfiles en la SIDE
El Gobierno planea incorporar nuevos agentes afines a la ideología de La Libertad Avanza, por lo cual ha designado a Juan “Tata” Yofre, exjefe de la SIDE en la década de 1990, como director de la Escuela Nacional de Inteligencia. El objetivo es impulsar la “formación, capacitación y actualización” del personal para 2025, según el plan presupuestario que asigna $197.238 millones a la SIDE, de los cuales $128.504 millones están destinados a servicios no personales.
Asimismo, la Casa Rosada prepara un cambio en el sistema de rendición de cuentas de la SIDE, con la intención de que cada misión reciba un presupuesto específico y los agentes tengan que informar cualquier sobrante de fondos, junto con detalles sobre el financiamiento de servicios externos, si los hubiera.
Devolución de fondos al Tesoro y cambios de sede
En otro esfuerzo por optimizar recursos, la SIDE ha devuelto al Tesoro $80.000 millones de los fondos reservados, tras la derogación de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que le había asignado $100.000 millones. Esta transferencia se realizó en dos etapas: $70.000 millones el 7 de octubre y $10.000 millones el 9, sin que se registraran gastos sobre esa partida.
En el plano organizativo, el Gobierno estudia trasladar la sede de la SIDE, ubicada en 25 de Mayo al 11, para reubicar en ese edificio al Ministerio de Capital Humano, mientras se asigna una nueva sede para la central de inteligencia.
Relaciones internacionales y adquisición de tecnología
Además de los cambios internos, el Ejecutivo prevé establecer vínculos más sólidos con agencias internacionales, particularmente la CIA, con la cual buscan negociar la compra de nuevo equipamiento tecnológico. Se estima que la elección de Donald Trump en los Estados Unidos podría facilitar estos procesos.
La Casa Rosada también trabaja en definir la estructura de cuatro nuevas agencias dentro de la SIDE: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y la División de Asuntos Internos (DAI), esta última aún sin titular.