“Tienen 12, 7 y 4 años, y actualmente viven en un hogar de tránsito”, relatan con emoción quienes compartieron un video que circuló en las redes sociales logró tocar el corazón de miles de argentinos.
La historia rápidamente se viralizó, trascendiendo los límites de la provincia y generando una ola de solidaridad y reflexión sobre la problemática de la adopción en nuestro país. Si bien los chicos siguen juntos por ahora, el mayor temor es que, si no aparece una familia dispuesta a recibirlos a los tres, puedan terminar viviendo por separado.
El caso fue dado a conocer oficialmente a comienzos de este año por el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos de Salta. Desde el Juzgado de Familia remarcan que la principal prioridad es que los hermanos puedan crecer juntos y no perder el lazo que los une, según consignó El Tribuno.
Sin embargo, el tiempo sigue pasando y aún no se presentó una familia que quiera asumir este desafío. Mientras tanto, los chicos continúan esperando —como tantos otros en su situación— la oportunidad de tener un hogar definitivo donde puedan seguir compartiendo su día a día como hermanos, no solo por la sangre, sino por la vida misma.
Quienes quieran saber más o postularse pueden comunicarse con el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos de Salta, que sigue recibiendo solicitudes.
