Conseguir que tus dientes estén más blancos es posible con algunos trucos naturales, además de con tratamientos profesionales. El limón, por ejemplo, tiene muchos beneficios para el organismo ya que es antioxidante, antiséptico, antibacteriano, diurético y un desintoxicante natural.
Para el blanqueo de los dientes el limón tiene también mucha eficacia, ya que es un potente aclarador natural.
Con este cítrico podés tratar tu dentadura para eliminar las manchas oscuras, favorece también la eliminación del sarro acumulado y previene tanto el mal aliento como la acumulación de placa bacteriana, publica quepasasalta.com.ar.
Pasos para blanquear los dientes con limón Limón y agua: Herví un poco de agua con el jugo de un limón en un cazo. Retirá del fuego a los 5 minutos y esperá a que se enfríe. Cuando se haya enfriado, cepillá tus dientes como hacés habitualmente y utilizá la mezcla del agua con limón para enjuagarte la boca.
Limón y bicarbonato: otro buen truco para blanquear los dientes con limón es mezclar una cucharada de bicarbonato con el jugo de medio limón. Con esa pasta te cepillás los dientes durante dos minutos, y después enjuagás la boca con abundante agua tibia para eliminar cualquier resto. Hacé esto únicamente dos veces por semana.
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Limón y sal: si tus dientes tienen manchas o están muy amarillos, este remedio es perfecto. Mezclá una cucharadita de sal con una cucharada de jugo de limón, que esté recién exprimido. Cepillate los dientes con esa pasta, suavemente y durante 30 segundos, ¡pero no te pases de ese tiempo! No repitas el tratamiento antes de 20 días, ya que realizado con frecuencia puede dañar el esmalte.
Los remedios caseros son buenos pero cada caso es particular y lo que es bueno para uno quizás sea perjudicial para otro. Mal utilizado, o en exceso, el limón puede causar daños en el esmalte dental, por lo que es recomendable que consultes con tu dentista primero.
