Una aterradora experiencia fue compartida por una joven oriunda de la vecina provincia de Tucumán cuando salió de trabajar de un call center en horas de la noche, casi madrugada.
“Hola, quisiera compartir con ustedes lo que me pasó hace poco tiempo atrás, para ser precisa tuve una extraña experiencia paranormal. Esta fue la primera experiencia y espero que sea la última. Trabajo en un Call Center de nuestra ciudad, y siempre salgo tarde del trabajo como a eso de las 11:30 pm, a veces incluso después de media noche”, comienza.
“Ese día salimos tarde como siempre. Dos compañeros del trabajo y yo nos dirigimos hacia una estación de servicio que queda a cuadras de las oficinas con la esperanza de alcanzar el último colectivo. Esperamos un largo tiempo, así que no nos quedó más remedio que pedir un Uber. Debido que los tres vivíamos en puntos distintos de la ciudad cada uno pidió el suyo por aparte”, sigue.
“Pero como a veces suele suceder con la aplicación y también por la hora, yo no podía encontrar servicio. Sin embargo, justo logré encontrar un conductor disponible. A todo esto, ya se había ido uno de mis dos compañeros por lo que me quedé con Rodolfo, que se ofreció quedarse conmigo, diciéndome que él podía cancelar su viaje, que no era gran cosa… Pero yo le insistí que no, el vehículo no estaba tan lejos estaba a unos 15 minutos de ahí, por lo que se subió a un taxi y yo quedé sola. Fueron los 15 minutos más eternos de mi vida...”, continúa.
“Yo estaba viendo el celular constantemente para revisar por dónde venía el conductor, pero mientras estaba sumergida en la pantalla escuché como si alguien viniera corriendo, yo agarré mi bolso y lo oculté, y vi a un hombre corriendo y gritando en dirección opuesta de la avenida. Yo me quedé quieta porque en mi mente pensé que estaba huyendo de alguien, de algún ladrón... Pasó un minuto y no escuché nada más. Vi mi teléfono y noté que el conductor estaba a dos semáforos de ahí por lo que empecé a caminar en dirección a la calle para que me viera”, cuenta.
“Pero cuando llegué al cruce peatonal, cuando volteé a ver a ambos lados, vi que venía alguien de la dirección de dónde salió corriendo aquél hombre, a lo lejos venía una criatura, si es que se le puede decir de esa forma… A pesar de estar a una distancia considerable, aquello se veía bastante grande, era como si una pila de ropa vieja y negra viniera flotando en dirección hacia mí”, detalla.
“Cuando uno de los postes de luz lo alumbró mejor, fue que empecé a correr hacia el semáforo más abajo, y es que lo que venía cruzando la avenida era algo que vestía de una especie de túnica negra y desgastada, venía levitando, y su rostro era el rostro de una mujer raquítica exageradamente pálida, con los ojos en blanco, corrí lo más rápido que pude hasta que vi mi Uber a lo lejos y le hice señas para que parara ahí. El señor estaba espantado al verme tan agitada, pero no le podía contar de aquella cosa sin que pensara que estaba loca, así que solo me limité a decirle que acababan de asaltar a alguien y que tomáramos una ruta alterna, a lo que sin dudarlo accedió”, relata.
“Al día siguiente solicité un cambio para la semana entrante, y por el tiempo que seguí en la jornada nocturna, me aseguré de tomar un taxi de regreso a mi casa, solo quedaba esperar a que nada de eso se repita, y rezar para que nadie más tenga que ver lo mismo que yo vi aquella noche, aquella criatura que cruza la avenida...”, finaliza.
