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"Adolescencia": 5 datos curiosos sobre la serie del año

La trama, centrada en Jamie Miller, un niño de 13 años acusado de haber asesinado a una compañera de escuela, generó un impacto arrollador

Más que una miniserie, Adolescencia es un fenómeno mundial. La trama, centrada en Jamie Miller, un niño de 13 años acusado de haber asesinado a una compañera de escuela, generó un impacto arrollador. En tan solo cuatro días, alcanzó el top 1 global de Netflix, superando las 24 millones de visualizaciones. Este éxito se consolidó rápidamente, llegando a las 66 millones de reproducciones en la plataforma a diez días de su estreno.

Con cuatro capítulos y una narrativa intensa y realista, aborda temas que resuenan con fuerza en la sociedad actual: la violencia juvenil, el impacto de las redes sociales, el ciberacoso, los discursos de odio, las presiones que enfrentan los jóvenes y las brechas que existen en las familias por no comprender estas problemáticas. Pero el suceso trasciende la pantalla. Su relevancia es tal que el gobierno británico decidió distribuirla en todas las escuelas secundarias del Reino Unido como una herramienta para fomentar el debate sobre temas cruciales que afectan a los jóvenes.

En esta nota, te contamos cinco datos curiosos sobre la miniserie que busca generar impacto en las aulas y en las calles. Si todavía no la viste, una advertencia: lo que sigue contiene spoilers.

 

1. PLANO SECUENCIA

Una de las mayores virtudes de Adolescencia reside en que cada episodio se desarrolla en una única toma continua, lo que quiere decir que la cámara no deja de grabar nunca. Esto implicó un despliegue técnico sin precedentes que reduce la serie a cuatro secuencias magistrales. Este tipo de plano asombra no solo por la autenticidad e inmersión que proporciona al espectador, sino también por la precisa sincronización que requiere de cada miembro del grupo de trabajo. Para que el equipo de cámara y de producción no saliera en la pantalla, tuvieron que armar una coreografía milimétrica.

Cuentan que, a veces, era necesario que parte de la producción permaneciera en el plano durante la toma y, en ese caso, los vestían como extras para que se integraran dentro del episodio. Un ejemplo de esta virtuosidad técnica se encuentra hacia el final del capítulo 2, cuando la cámara pasa de estar corriendo a volar por los aires. Justo antes de que la amiga de Katie (la víctima) cruzara la calle, un equipo tuvo que acoplar la cámara a un dron para elevar el cuadro a una altura considerable. Desde allí, se realizó una toma aérea que abarcó un recorrido de 500 metros aproximadamente, mostrando el altar improvisado en el lugar del asesinato. En el momento en que la cámara descendió, otra parte del equipo la tomó muy suavemente para que no se note la transición y, así, poder terminar con un primer plano del padre de Jamie depositando un ramo de flores como muestra de respeto.

 

2. LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN

El tercer episodio fue el primero que se rodó. Si bien fue una decisión poco convencional, sirvió para establecer el tono emocional del resto de la serie. Lo impactante es que era lo primero que grababa de modo profesional Owen Cooper, quien interpreta a Jamie Miller. Sostener una hora de actuación junto al personaje de la psicóloga (Erin Doherty) era un desafío enorme para el joven. Esta escena es elogiada por la crítica especializada y por los fanáticos como una obra maestra, pero tiene una particularidad: durante la sesión de Jamie con la psicóloga Briony, el niño bosteza y ella le pregunta: “¿Te estoy aburriendo?”, a lo que él sonríe y niega.

Aunque muchos interpretaron este momento como una muestra de la habilidad actoral de Cooper, capaz de alternar entre la apatía y la inocencia en un instante, la realidad es más simple. El joven actor confesó que esa era la segunda toma del día, por lo que estaba muy cansado y que ese bostezo fue involuntario. Erin improvisó esa línea que no estaba en el guion, lo que provocó la sonrisa genuina de Owen. Luego ambos retomaron la escena tal como estaba escrita.

 

3. ACTOR Y CREADOR

Detrás de este éxito, se encuentra un equipo creativo de primer nivel, liderado por Jack Thorne y el multifacético Stephen Graham. Este último no solo coescribió la serie, sino que también interpreta a Eddie Miller, el padre de Jamie. Stephen, un actor reconocido a nivel internacional, protagonizó Boiling Point, una serie de cuatro capítulos que expande el universo de la película homónima, adentrándose en la intensa vida de un jefe de cocina en un restaurante londinense de moda. Cabe destacar que, desde niño, Graham enfrenta un desafío personal que dificulta su procesamiento de información y memorización de textos: la dislexia. Es por eso que su esposa, la actriz y productora Hannah Walters, le lee sus guiones y lo ayuda en la selección de sus papeles.

Pero la lista de nombres ilustres no termina ahí. Uno de los productores ejecutivos de la serie es nada menos que Brad Pitt, cuya compañía Plan B Entertainment jugó un papel fundamental para alcanzar el excepcional nivel de producción de la miniserie. Aunque Pitt no intervino en la escritura de los guiones, su presencia como productor fue un factor clave para la capitalización de recursos, la distribución y el éxito de Adolescencia.

 

4. EL TRUCO DE LA ESCENA FINAL

Siguiendo con los méritos de Stephen Graham, es innegable que logró una actuación sublime en la escena final del capítulo 4. Para alcanzar este nivel de emocionalidad, el director recurrió a un truco muy especial. Pidió a la producción que imprimiera fotos felices de Graham con su familia verdadera y las pegaran en la parte de adentro del armario del cuarto de Jamie. A eso le adjuntaron una nota que decía “Te queremos”. Esto no quedó visible para los espectadores, pero cuando el actor las descubrió en plena toma, su reacción de llanto fue espontánea y genuina al empatizar con que eso podría pasarle a cualquiera, incluso a él y a su familia real. Esa emoción quedó plasmada en una de las escenas más icónicas y conmovedoras de Adolescencia.

 

5. DEBUT ESTELAR

El actor principal, Owen Cooper, tiene 15 años e hizo su debut con esta miniserie. La calidad actoral que despliega es algo pocas veces visto, demostrando un talento natural para vivir el momento y transmitir emociones genuinas, desprovistas de todo vicio actoral que pueden, muchas veces, traer consigo los intérpretes profesionales. Owen viene de una familia trabajadora en la ciudad de Warrington, Inglaterra, pasó toda su infancia jugando al fútbol y tiene pasión por el Liverpool, el club de sus amores. Su sueño era convertirse en futbolista profesional, sin embargo, su vida tomó un rumbo inesperado al descubrir otra pasión en la secundaria: las clases de teatro. “Mis dos hermanos son electricistas, mi madre es cuidadora y mi padre trabaja en informática. Así que no tengo ni idea de dónde viene lo mío con la actuación”, confesó Owen en una entrevista.

Estudió interpretación y dos años después se presentó al casting de Adolescencia para el papel de Ryan, el amigo del protagonista. Su audición fue tan impactante que, después de haber evaluado a miles de candidatos, los directores decidieron darle el rol de Jamie. En entrevistas, Owen habló acerca de las diferencias abismales entre su personalidad y la de su personaje: “Juego al fútbol en el equipo del colegio y también fuera de la escuela. Además, no me involucro demasiado con las cosas que pasan en las redes sociales”.

Con información de Planeta Urbano

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