Para muchos, en una pila enorme de ropa para lavar o, peor aún, ropa lavada que no acaba de secarse por completo. Por esta razón, recuperamos un truco sencillo y efectivo procedente de los Países Bajos, que puede revolucionar la forma en que enfrentamos este problema.
¿En qué consiste el truco neerlandés?
La idea es colocar una bolsa de agua caliente cerca del perchero o tendedero donde está la ropa húmeda, generando un aumento de temperatura en el aire alrededor de las prendas, facilitando un secado más rápido sin necesidad de recurrir a secadoras o calefactores.
El truco se basa en el siguiente principio: el aire caliente puede retener más humedad que el aire frío, lo que facilita la evaporación del agua en las prendas. Además, al no utilizar fuentes de calor fuertes como radiadores o calefactores, se reduce el riesgo de dañar tejidos sensibles o de que la ropa se encoja.
Sin embargo, para que el truco funcione bien, es muy importante la ventilación, evitando que la humedad quede atrapada en el ambiente, lo que podría generar moho y bacterias en las prendas. Si es posible, se recomienda abrir una ventana o utilizar un ventilador en modo suave para mantener el aire en movimiento.
Trucos tradicionales
Más allá de estos trucos innovadores, existen otros métodos tradicionales que también pueden ser útiles para combatir la humedad en la ropa. Por ejemplo, el uso de deshumidificadores es una opción efectiva, ya que ayuda a reducir la humedad ambiental y acelera el secado sin necesidad de aplicar calor directo.
Otra opción tradicional es poner la ropa cerca de un radiador, aunque es crucial tener precaución con las prendas delicadas, ya que el calor prolongado podría hacer que se encojan o se deterioren.
Fuente: 20 minutos