El calor no solo desafía nuestro bienestar físico, sino que también ejerce un impacto significativo en nuestro cerebro. Al comprender estos efectos, podemos adoptar medidas preventivas y estrategias de manejo del estrés térmico para preservar nuestra salud mental y emocional. Existen algunas recomendaciones para tener en cuenta durante los días de mucho calor en el verano.
Con el aumento de las temperaturas en todo el país, es de vital importancia comprender estos fenómenos para tomar ciertas precauciones y salvaguardar no solo nuestro bienestar físico, sino también psicológico. La ola de calor podría extenderse durante las primeras semanas de febrero.
Frente a las altas temperaturas, las recomendaciones más importantes son mantenerse hidratado y evitar estar al aire libre en ciertos horarios, como en la tarde cuando la temperatura alcanza su pico más alto. También se recomienda disminuir la exigencia del ejercicio y demás actividades que requieran un gasto de energía importante, entre otras cuestiones.
Sin embargo, esto apunta al cuidado de los efectos del calor a nivel físico y no tanto al cuidado de la salud mental, la cual también puede verse afectada.
¿Cuáles son los efectos del calor en el cerebro?
El calor extremo puede inducir a tener estrés cognitivo, lo cual puede afectar la concentración y la toma de decisiones. Investigaciones han demostrado que altas temperaturas pueden disminuir la eficiencia cognitiva, lo que se traduce en dificultades para realizar tareas mentales complejas.
Además, las altas temperaturas pueden interferir con el ciclo de sueño, esencial para la salud mental. La desregulación térmica dificulta conciliar el sueño, afectando la calidad del descanso nocturno y contribuyendo a problemas como la ansiedad y la irritabilidad. Esto también puede volver a las personas más propensas a cometer actos de violencia.
Impacto del calor en el estado de ánimo y la salud mental
La exposición prolongada al calor puede desencadenar cambios en el estado de ánimo, elevando el riesgo de condiciones como la depresión. Pero además, puede agudizar patologías de base, como cuadros psicóticos, bipolares y depresivos.
Un estudio publicado por la prestigiosa revista JAMA indica que durante el verano aumentan los casos de abuso de sustancias, trastornos por ansiedad, cuadros depresivos, e inclusive diversos cuadros psicóticos. El resultado surge a partir de la información recabada durante 9 años sobre una población de más de 2 millones de personas sobre los ingresos en salas de guardia presentando cuadros de patología mental relacionados con días o ambientes de alta temperatura.
Recomendaciones durante la ola de calor
Ante la presencia de cualquier síntoma de cansancio extremo, fatiga, u otras sensaciones fuera de las comunes, es recomendable consultar con algún especialista. Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta:
Mantenerse bien hidratado. Se debe consumir agua, ya que las infusiones o bebidas azucaradas no contribuyen en este aspecto.
Evitar bebidas alcohólica ya que incrementan la temperatura corporal
Llevar ropa fresca y que permita la ventilación del cuerpo. También es recomendable regular la temperatura corporal refrescando zonas sensibles como la nuca y las axilas cada determinado tiempo.
Los expertos en salud mental recomiendan tener particular atención quienes estén bajo medicación psiquiátrica ya que debido a los efectos de algunos compuestos, disminuyen su percepción de la real temperatura corporal.
