Desde hacía varios meses, el incesante tránsito de personas que entraban y en pocos minutos salían desde un domicilio del capitalino barrio Belén, dio inicio a una serie de investigaciones por parte de las autoridades, quienes en las últimas horas lograron desbaratar un “kiosco” de estupefacientes y poner tras rejas a una mujer que realizaba dicha actividad.
Además, su grupo familiar quedó “en la mira” de la Justicia. Según confiaron fuentes policiales, el juez de Control y Garantías, Dr. Rodolfo Améstegui, libró la orden de allanamiento para requisar una vivienda del barrio Belén, a solicitud del fiscal de Narcomenudeo, doctor Juan Alende. Hacia allí se dirigieron los uniformados y pronto confirmaron sus sospechas.
En el sitio lograron inmovilizar a la presunta cabecilla, aunque no era la única que se dedicaba a la actividad ilícita; también su núcleo familiar.
Lo más curioso es que el negocio de las drogas —que dejaba jugosas ganancias— estaba disimulado bajo la fachada de una pequeña despensa. Además de apresar a la acusada, los guardianes del orden incautaron cocaína que en esos momentos estaba siendo fraccionada, cuatro teléfonos celulares y $ 494.270 en efectivo.
La mujer fue trasladada a sede policial, donde quedó alojada a disposición de la Fiscalía de turno.
