por Silvia Peco
Ámbito Financiero
Los balances presentados hasta ayer en la Bolsa por las empresas de gas y electricidad muestran una fuerte recuperación de los ingresos y las ganancias, debido a la recomposición de las tarifas y aun cuando disminuyó el consumo de ambos energéticos en varios de los casos.
La revisión de las tarifas comenzó en 2016, pero ese año quedó condicionada por fallos judiciales adversos, principalmente el que obligó a dar marcha atrás con los aumentos en gas para los hogares, y algunos locales que afectaron en especial a Edenor como en La Matanza, por ejemplo.
En gas, en la práctica rigieron aumentos desde el 1 de abril de 2016 para todos los usuarios, menos los residenciales y desde el 1 de octubre de ese año para los hogares. En electricidad hubo incrementos en febrero de 2016.
Pero en 2017 en ambos servicios entró en vigencia la llamada revisión tarifaria integral para distribuidoras y transportistas que definió tarifas hasta 2021 a cambio de obras y de una tasa de rentabilidad de más del 12%. Esa recomposición se dividió en tres etapas, de modo que en gas se aplicó el año pasado la primera etapa desde abril y la segunda desde diciembre, y en el caso de Edenor y Edesur se puso en marcha la primera cuota en febrero y la segunda en diciembre, mientras en ambos casos el tramo final se aplica desde el año en curso.
Esto significa que las ganancias obtenidas por las empresas en 2017 todavía no reflejan en plenitud el efecto de la revisión tarifaria. Los balances publicados hasta ahora arrojan los siguientes datos:
Transportadoras de gas: TGN obtuvo en 2017 una utilidad neta de $ 841,8 millones frente a una pérdida de $ 256 millones el año anterior. TGS, que tiene una actividad no regulada además del servicio de transporte, ganó $ 2.793 millones frente a $ 930,6 millones de 2016, lo que significa que triplicó la ganancia. En el primer caso, el directorio propuso el pago de un adelanto en efectivo por $ 367,6 millones, y en el segundo constituir una reserva para futuros dividendos. Esto es posible porque todas las empresas de gas y electricidad ya no tienen restricciones con los dividendos, suponiéndose que los ingresos serán suficientes para las obras comprometidas.
Distribuidoras de gas: Metrogas ganó en 2017 $ 774,8 millones frente a una pérdida de $ 604,4 millones el año anterior. Sobre los números de la empresa que todavía no suministró detalles en la comunicación bursátil, en el balance de YPF, que es la controlante, se indicó que Metrogas registró menores volúmenes despachados en un 13,1% y un mayor precio promedio del 70,1%, totalizando un incremento en sus ventas de $ 3.600 millones o un 48,8%.
Entre las otras distribuidoras, Gas Natural BAN tuvo una utilidad neta de $ 542,9 millones, un 124,6% más que en 2016, Camuzzi Pampeana ganó $ 824,9 millones frente a una pérdida de $ 207,4 millones en el ejercicio anterior, Gas del Centro obtuvo una ganancia de $ 770,5 millones, un 444% más, y Gas Cuyana $ 588,4 millones, un 136,6% más.
Las diferencias entre las distribuidoras se deben a la diversa situación en que llegaron a 2016, ya sea porque los aumentos de tarifas dispuestos por el Gobierno anterior fueron frenados por la Justicia, como en Pampeana, o por las deudas contraídas. Por eso, en principio, la ganancia de Gas Natural BAN y de Cuyana parecen las más acordes al reacomodamiento de tarifas de 2017.
Edenor y Edesur, las dos únicas distribuidoras eléctricas que dependen del Gobierno nacional: en este caso ambas empresas tienen pendientes las multas aplicadas por el organismo regulador en los últimos años que fueron actualizadas por la actual administración en la misma proporción de las tarifas.
Aunque la cuestión es un motivo de discusión con el Gobierno, esto queda expresado en los balances de distinta manera. Edenor reconoció una ganancia para 2017 de $ 691,2 millones, que está en línea con la recomposición de tarifas, frente a una pérdida de $ 1.183,5 millones en 2016, que consideraba las multas. Por esa razón, el directorio propuso por ahora la absorción de resultados acumulados negativos por $ 682,1 millones.
En tanto en Edesur, que acumula un importe mayor de multas, hay un aumento en la provisión para las sanciones impagas, y por eso, el balance arroja una pérdida de $ 997,8 millones, aun cuando los ingresos aumentaron en un 40,6%.
Transener, la transportadora eléctrica en extra alta tensión en la cual el Estado nacional tiene el 50% de la controlante, es la que se recuperó más que cualquier otra empresa: pasó de una pérdida de $ 70 millones en 2016 a una ganancia de $ 2.375 millones en 2017. Por eso, el ministro Juan José Aranguren insiste en vender la parte del Estado, aun cuando tiene una fuerte oposición de la UCR.