
“La guerra es una masacre entre gente que no se conocen, para provecho de gentes que si se conocen pero que no se masacran”. Paul Ambroise Valéry.
En esta nota tratare de presentar un resumen sobre los acontecimientos históricos que se desarrollaron en este territorio rebelde y los eventos que llevaron a la destrucción del mismo. En última instancia, esta es la tragedia de la lucha de seres humanos guiados a un destino trágico por un líder militar o «Imperator» y por sus propias concepciones espirituales que son tan difíciles de entender para el Occidente moderno. Líderes que al mismo tiempo aparecían como transfigurados a los ojos de sus hombres por una fuerza llegada de lo alto; terrible y maravillosa. Este tipo de “héroe” o líder siempre ofrece una garantía de grandeza para los tipos de personalidades y espíritus jerárquicamente inferiores donde este heroísmo y esta guerra significan a nivel personal superación, elevación y realización para los participantes.
Fuerza que se encuentra latente en la base de la cultura tradicional clásico-mediterránea. Que también se extiende a los sobrevivientes de los sangrientos enfrentamientos militares a través de la transfiguración de la personalidad espiritualizada que realiza su destino sobrenatural. Y que dan lugar a confusión de las doctrinas místicas con las que se identifican los guerreros como si fuesen un iniciado vencedor de la muerte, depositario de un aura especial que lo diferencia del resto de los mortales y le permite el acceso al paraíso.
Ubicación geográfica e histórica:
Ghouta del Este se encuentra ubicada en el cinturón que rodea el este de la Ciudad de Damasco, capital de Siria. Su población es predominantemente de origen étnico Sunnita e incluye 70 comunidadesentre las que se encuentran las ciudades de Douma, Mesraba, Nashabiyeh, Jobar, Erbeen, Darayya y Harasta. Desde tiempos inmemoriales, esta región de 370 km2 fue asiento de poblaciones rurales que se dedicaban a la producción frutihorticola para abastecimiento de mercancías frescas a la capital. El aroma de los árboles, la briza del viento y el perfume de las plantas acompañado por el murmullo de los riachos que recorren la milenaria zona nutrieron su historia. En los últimos treinta años, debido a un proceso de crecimiento desmedido, las huertas y chacras fueron desplazadas por la construcción de centros urbanos llegando la población de la zona antes del comienzo de la guerra civil a aproximadamente medio millón de habitantes.
Al principio del alzamiento popular y militar contra el gobierno de Assad, en marzo de 2011, los habitantes de esta localidad no se vieron directamente involucrados, permaneciendo leales al régimen. Si bien se notaba la existencia de elementos rebeldes que organizaban bloqueos de caminos y rutas en la ciudad de Douma armados de fusiles AK-47, no aparentaba ser un levantamiento organizado. Recién para julio de 2011, con el anuncio de la creación del Ejercito Libre Sirio, se fue conformando un movimiento político insurgente con islamistas recién liberados de las cárceles, gracias a una amnistía política que fue establecida para terminar con la rebelión y con militares que desertaron de las filas oficiales en protesta a la represión estatal y que se refugiaron en este área, la oposición organizada fue tomando cuerpo.
Recién a finales de 2011 estos grupos lograron establecerse y controlar las ciudades y barrios al este de la Capital Damasco, estableciendo un bolson rebelde a menos de seis kilómetros del Palacio de Gobierno Sirio y de la Ciudad Vieja en la zona conocida como Ghouta del Este. Muchos disidentes y revolucionarios abandonaron el territorio controlado por el gobierno para también dirigirse a esta zona, a fin de evitar la temida represión gubernamental. La cercanía al centro político y económico de la nación, la convirtió desde los primeros días del alzamiento en un objetivo primordial del régimen. Ya en enero de 2012 el Ejército sirio lanzó una fallida ofensiva militar a cargo de brigadas de tanques T-72 de la Guardia Republicana, en lo que se convirtió en una descarnada guerra urbana, mediante la cual consiguieron ocupar brevemente las ciudades de Saqba, Erbeen, Hammouriyeh y algunos distritos sin poder sostener sus posiciones, de las que fueron desalojados en los meses posteriores, tanto debido a la debilidad propia del Ejército sirio como a las grandes cantidades de contrabando de armas provenientes de Turquía que mantenían los stocks rebeldes actualizados.
La existencia de este bolson se convirtió en la demostración palpable de la debilidad política-militar del régimen de Assad y de su imposibilidad de imponer control sobre el territorio nacional. Numerosos ataques con mortero contra la capital partieron de posiciones rebeldes impactando contra edificios y barrios gubernamentales. En abril de 2013 las fuerzas armadas pudieron recuperar el estratégico pueblo de Oteiba, en el extremo del enclave que servía como uno de los lugares por donde ingresaban la mayor cantidad de armas y suministros ilegales provenientes de Turquía. Esta pérdida significó el aislamiento definitivo de la zona, dejando a los defensores aislados del resto de la revolución y con la misión de sostener y administrar este pequeño mini-estado a la espera de un cambio en la situación militar a su favor, que nunca más se dio. Asimismo, el enclave fue el primero en ser atacado en forma deliberada con misiles tierra-tierra con cabezas químicas del tipo Sarín el 21 de agosto de 2013, dejando un saldo de 1400 muertos que incluyeron más de un centenar de niños.
División interna
El interior del enclave estuvo gobernado por tres grandes alianzas de extracción salafista -antidemocráticas, antichiitas y antisufíes-, totalmente polarizadas y enfrentadas entre sí, que luego de guerras intestinas desmembraron a otros grupos menores. Mientras que la ciudad de Douma, partes del este y el paso de Wafideen estaban en manos del Ejército Islámico (EI) o Jaish al Islam. La zona sur estaba dominada por el grupo Failaq al-Rahman, un grupo integrista islámico operativo dentro del paraguas de las fuerzas del FSA o Ejercito Libre Sirio. La ciudad de Harasta y parte menor del enclave quedó bajo poder de Harakat Ahrar al-Sham al-Islamiyya, una amalgama de diversos grupos islámicos cercanos a Al-Qaida pertenecientes al Frente Nusra.
El grupo más importante y activo dentro del enclave correspondiente al Ejercito Islámico controlaba la mayor porción territorial del mismo, y era el grupo que adhería al salafismo más puro, muy cercano a Arabia Saudita y Kuwait; de los que recibían apoyo político y económico al mismo tiempo que mantenían canales de comunicación con los gobiernos de Turquía y Qatar. A principios de 2011, el grupo fue creado bajo el nombre de Brigada del Islam, o Liwa al-Islam, bajo el mando de su líder Zahran Alloush quien fuera liberado bajo una ley de pacificación gubernamental de la prisión de máxima seguridad de Sednaya por actividades salafistas. En septiembre de 2013, el grupo se unificó junto a otras 50 facciones salafistas e islámicas locales para dar lugar a la creación de Jaish al-Islam, con la consiguiente unificación territorial y la inclusión de prestigiosos religiosos locales en su consejo gubernamental, como el suní Abu Ammar Hawwa y el prestigioso Sufisheikh Said Darwish de tendencia contraria al salafismo. De esta manera, dieron paso a la creación de instituciones políticas y religiosas que comenzaron una administración independiente en un intento de autogobierno. Asimismo, crearon una policía secreta y cortes islámicas que funcionaban en la prisión de Al-Tawba, y se ocupaban perseguir disidentes internos y defensores de derechos humanos, institucionalizando la tortura como forma de poder en base a aducir leyes islámicas como cobertura de sus actividades.