Aún recuerdo el primer tráiler de una serie que mostraba el calvario y la desesperación que sufría un grupo de sobrevivientes a una epidemia global, donde “muertos vivos” o los “muertos caminantes” devoraban todo a su paso. Sin dormir, sin detenerse a descansar y con el único propósito de “comer” carne humana, estos zombies eran la amenaza central de una serie que inició cerca del año 2010 o 2011. Justo era transmitido por un canal de televisión por aire, pero tiempo después lo pasaron a ser parte de un paquete de pago extra por ese servicio. Y es así como la serie “The Walking Dead” ayudó a revitalizar un género que había quedado en un rincón de la escena mundial en salas de cine. Y no tardó mucho en ser una de las series más vistas. Pero también le ayudó el hecho de tener la base de un cómic que todavía seguía produciendo sus ediciones y contando la historia, así que esa comunidad de lectores se multiplicó y “contagió” a otros que no conocían el producto.
Pasados más de diez años, toda una década de zombis caminantes, llegaría otra serie a salvar el género: "The Last of Us", o intentarlo por lo menos.
El primer episodio de la serie se transmitió mundialmente el 31 de octubre del 2010, y tuvo 11 temporadas, ya que el final de esa saga central tuvo su concreción el 20 de noviembre del 2022. Más allá de la transición y de la transformación que sufrió a lo largo de los años y de sus temporadas, fue una serie que captó la atención de millones. Pues se enmarcaba dentro de un universo que en su momento cosechó muchos fanáticos, el género de cine postapocalíptico o de zombies. O la combinación de ambas, pues se sitúa en el inicio de un apocalipsis zombie de escala mundial.
Los orígenes
Las películas y series postapocalípticas pertenecen al género de la ciencia ficción postapocalíptica. Se caracterizan por ambientarse en un mundo devastado por una catástrofe, como una guerra, una pandemia o un cambio climático. Dentro de sus tramas, es común encontrar algunas características como la exploración de las respuestas humanas a una destrucción a escala global; anticipan un destino calamitoso para todos; y generalmente incluyen temas como supervivencia, creación y conformación de nuevas civilizaciones, nuevos órdenes sociales y más.
Quizás el núcleo de este súbgenero de series y películas subyace en el cine de zombies, que es un subgénero dentro del género de cine de terror. Por lo que el subgénero de apocalipsis zombie podría ser una hibridación entre el terror y la ciencia ficción. Porque en él tiene elementos de tres subgéneros, a la vez: el cine de zombis, el cine de supervivencia y el cine catástrofe o cine de catástrofes. Pero eso es hilar fino y entrar en un debate que generaría más contradicciones que aclaraciones, por lo que vamos a quedarnos con el subgénero de apocalipsis zombie.
El cine de zombis como tal surgió en la década de 1930, como reflejo del folclore y las leyendas haitianas asociadas a la magia negra y el vudú. Dicho folclore llegó al público estadounidense de la mano de William Buehler Seabrook, que en su libro “The Magic Island” relataba sus experiencias en Haití (Seabrook, William, 2005; La isla mágica, un viaje al corazón del vudú). Entre los ritos recogidos por Seabrook se encontraba uno mediante el cual un hechicero podía, supuestamente, revivir a los muertos y privarlos de voluntad para hacerlos trabajar a su servicio. El 10 de febrero de 1932 se estrenó en Broadway una obra teatral de Kenneth Webb titulada “Zombie” (Edwards, Justin D.; Vasconcelos, Sandra: 2016, Tropical Gothic in Literature and Culture: The Americas), libremente basada en la novela de Seabrook.
La obra de Webb fue retirada de cartel después de tan solo 21 representaciones. Sin embargo, dos hermanos, Víctor y Edward Halperin, que en la década anterior habían fundado una productora de cine, repararon en ella. El guionista Garnett Weston recogió las premisas de la obra en un guion cinematográfico, y así nació la primera película de zombis de la historia: “White Zombie” (“La legión de los hombres sin alma”, 1932).
La película ya recogía casi todos los tópicos que definirían el cine de zombis durante más de treinta años: un villano posee una legión de zombis que trabajan para él, y que son el instrumento para sus siniestras intenciones. Algo que resuena mucho en series como “Game of Thrones”, que, más allá de no ser del género terror o ciencia ficción, se sitúa más a la fantasía, tenía como una amenaza de fondo a los “caminantes blancos”, que eran zombies manipulados por un zombie que funcionaba como “rey oscuro” y se movía a través de una magia ancestral indescifrable.
Las películas del subgénero zombi que siguieron a White Zombie redundaron una y otra vez sobre el mismo tema del villano al mando de siniestros zombis. Y entre las películas destacadas de la época, en 1943, se titulaba nada menos que “The Walking Dead”, dirigida por Michael Curtiz, y tiene la peculiaridad de que el zombi es el “bueno de la película”.
Masividad
En una segunda etapa de este género, que puede situarse desde mediados de la década de 1960, más precisamente en 1968, marcó el comienzo de la época con la aparición de la clásica y notable “La noche de los muertos vivientes” de George Romero. Que fue un rotundo éxito y su director se convirtió en director de culto de ese género. Romero, quien posteriormente dirigió cinco películas más sobre el mismo tema, definió con su visión particular las que serían las características de los zombis cinematográficos durante otros treinta años: el fenómeno zombi se presenta como una plaga imparable; nadie controla a los zombies; la única motivación de los zombies es alimentarse con la carne de humanos vivos; su peligrosidad no reside en su inteligencia o su velocidad, ambas bastante reducidas, sino en su número y voracidad; el germen o explicación de esta resurrección de los zombies pierde cada vez más importancia. Todos estos factores están presentes en la historieta “The Walking Dead”, que después pasó a ser serie desde el 2010 en adelante.
Desde las películas de Romero, se sucedieron infinidad de películas y sagas de esta misma temática. Con distintos nombres y abordajes, pero siempre con las mismas características. En 1984 sucedió algo que le daría el último empujón de popularidad al género que venía en baja, el estreno del cortometraje musical “Thriller” de Michael Jackson. El neozelandés Peter Jackson dirigió en 1992 “Barindead: tu madre se comió a mi perro", película que mostraba los desórdenes causados por un mono-rata de Indonesia que iniciaba con su mordida una epidemia de zombis en un pueblo. Dándole al género otro abordaje y un último tinte a la segunda etapa.
Las multiplataformas
Con la incursión de historias de esta índole en videojuegos de consola como Family, Sega y luego Play Station, entre otras compañías, paralelamente se potenciaron nuevamente estas historias en diferentes soportes. Así nacieron historietas y/o cómics que contaban este tipo de historias, novelas gráficas o hasta novelas literarias. Pasando por historias contadas en internet y en salas de cine, y obviamente en series de televisión. “Resident Evil” es un popular videojuego de temática zombi que saltó a la gran pantalla en 2002, del director Paul W. Anderson. Y el mismo año se estrenó “28 días después”, de Danny Boyle, también de la misma temática. De tal manera, el cine y los videojuegos se retroalimentan de estas historias que habían resignificado las historias de ataques de zombis.
Las mismas habían agregado un condimento especial a esta amenaza de escalas “bíblicas” de manadas de zombis: los grupos de supervivientes armados. El tinte de acción, lucha, sangre, pelea cuerpo a cuerpo e incluso un poco de carácter de lo policial y, obviamente, suspenso, había dotado al género de una nueva oportunidad y una nueva era para poder generar más historias bajo estos indicadores.
Y en medio de todo ello, se estrenó en el 2004 “El amanecer de los muertos” de Zack Snyder, que junto a “28 días después” le dieron al modelo de zombi moderno una nueva característica: eran más violentos, con fuerza sobrehumana y más ágiles. En el año 2008 se estrenó “Dead Set: muerte en directo”, una aclamada miniserie basada en un apocalipsis zombi, donde se encontraban atrapados dentro de la casa de Big Brother, donde algunos participantes y el personal técnico, que intentaban sobrevivir a veloces zombis. Y posteriormente, luego de haber leído los cómics creados por Robert Kirkman que comenzaron a ser publicados en el 2003, la AMC apostó por ella y en el 2010 se estrenó la serie de televisión.
Así, en paralelo a ella, se dieron otras películas que explotaron este nuevo modelo de historias de zombis. Con títulos como “Guerra Mundial Z” (2013), “Estación Zombi” (2016), “Los hambrientos” (2017), entre tantos otros.
Y cuando todo parecía volver a decaer, llegó una nueva historia, una nueva serie que pareciera ser la esperanza para que este género siga “reviviendo”. En el año 2023, se estrenó la serie “The Last of Us”, basada en un videojuego que logró cosechar millones de usuarios y una gran comunidad.
Fue creada por Craig Mazin y Neil Druckmann para HBO, ahora conocida como Max. Basada en el videojuego del mismo nombre, que se estrenó en el 2013. Desarrollada por Naughty Dog, la serie se ambienta veinte años después de una pandemia causada por una infección fúngica masiva, que hace que sus huéspedes se transformen en criaturas similares a zombis y causen el colapso de la sociedad. La primera temporada sigue a Joel (Pedro Pascal), un contrabandista encargado de escoltar a la adolescente Ellie (Bella Ramsey) a través de un Estados Unidos postapocalíptico.
La segunda temporada, que se espera que adapte parcialmente “The Last of Us Part II” de 2020, se ambienta cinco años después y presenta a Abby (Kaitlyn Dever). Justamente la misma se estrenó ayer por la plataforma Max y ya se encuentra disponible el primer episodio. Con esta serie, podemos estar siendo testigos de una cuarta y nueva etapa en el género.