La comunidad de Weisburd está indignada por los hechos de vandalismo que suceden en el cementerio local. Delincuentes profanan las tumbas de los difuntos para robar las placas de bronce.
Un vecino nos envió las fotografías y un escrito: "Como hijo de esta bendito pueblo hago nuevamente público este llamado de atención respecto a lo que está pasando en el cementerio. Créanme que tengo una enorme consternación y absoluta desazón ante los reiterados y repudiables ataques que sufren las tumbas donde descansan nuestros seres queridos, que ya se adelantaron de esta vida terrenal. La verdad que da bronca e impotencia por tan grande daño que hacen personas desconocidas que se dedican a profanar placas. A pesar de las numerosas denuncias públicas que hice por la radio, a nadie le importó. Pasó todo desapercibido. Mi reclamo fue infructuoso. ¿A quién le corresponde y quién tiene el deber de brindar la protección a este campo santo? Me duele el alma y lamento mucho los reiterados hechos vandálicos, teniendo en cuenta 'el carácter sagrado y religioso del lugar'. Repudio totalmente estos hechos. Sinceramente me afecta, hiere la sensibilidad mía y creo que de toda la comunidad. Aquí descansan nuestros seres queridos. Como pueblo, ¿qué podemos hacer? Una idea. Qué lindo que como familia hagamos un aporte económico mensual para poder pagar a personas que trabajen y cuiden del cementerio en horario rotativo. Sino, de otra manera, seguirá pasando lo mismo. Yo, Favio Medina, tengo mis seres queridos descansando en este lugar y me duele el alma lo que pasa. Esto es una verdadera vergüenza. (Perdón don Enrique Pereyra por la ilustración con la foto del monumento de sus padres). Justicia".
