Una joven evitó que su hermano menor masacrara a golpes a su padre, en su casa de la zona rural del departamento Banda. El ataque desaforado se desató luego que el hombre le pidió al joven que “lo ayudara económicamente con los gastos de la casa”.
Según consta en la denuncia policial realizada por el trabajador de 56 años residente en la localidad de Estación Simbolar —departamento Banda—, no es el primer hecho de violencia doméstica que sufre en manos de su hijo de 23.
Nunca habría denunciado, por temor a represalias del muchacho. Pero ante el último caso grave de violencia, temiendo por su vida, decidió pedir ayuda a la Policía.
El damnificado indicó que habría llegado en horas de la tarde del domingo a su casa desde el trabajo. Habría estado charlando con su hijo, cuando le solicitó que “lo ayudara a costear los gastos que tienen en la casa”. Mientras que le hacía referencia a los costos de la comida y los impuestos.
El agresor reaccionó de manera agresiva. Según indicó la víctima, en primera instancia —apenas le terminó de pedir colaboración en la vivienda— lo tomó del cuello, lo levantó desde dónde estaba sentado y comenzó a golpearlo violentamente contra la pared.
Posteriormente, mientras que le pedía que se tranquilizara y cesara con la agresión, el joven arrojó a su padre al suelo; para continuar propinándole golpes de puño en la cabeza y en el rostro. En ese momento, intervino la hija mayor del damnificado quien evitó que se produjera una tragedia.
El sujeto, ante la intervención de su hermana, comenzó a insultarla con palabras irreproducibles; mientras que la amenazaba de muerte.
Tras el incidente, el agresor se dio a la fuga del sitio con rumbo desconocido.
Tras la denuncia del damnificado, se dio intervención a la Unidad Fiscal de la Circunscripción de Banda y Robles, a cargo de la fiscal coordinadora Natalia Saavedra quien dispuso que se comenzaran a recepcionar declaraciones testimoniales y que se confeccionara un informe socio-ambiental en el domicilio de la víctima.
Mientras que el damnificado fue examinado por el médico de Sanidad Policial, quien le diagnosticó lesiones curables en diez días, salvo complicaciones médicas que pudiera tener.
