Tiene 53 años, pero a pesar de la diferencia de edad, el hombre había entablado una “gran amistad” con Daniel Chávez Espinoza (28), el joven que fue hallado asesinado de un disparo en la cabeza y con el cuerpo en llamas en un camino vecinal de la localidad La Victoria, departamento Banda, por cuyo homicidio se encuentra detenido su hermano, el médico cardiólogo José Chávez Espinoza (38). El hombre, quien pidió reserva de su nombre, conocía a la víctima desde niño por trabajar desde hace más de tres décadas en inmediaciones de su domicilio de calle Santa Fe 257, entre Pedro León Gallo y San Martín, del barrio Congreso de la ciudad Capital, y se transformó en una pieza vital de la investigación para identificar el cadáver y apresar al principal sospechoso del homicidio.
“¿Qué sabe de su amigo?”, fue la pregunta que le hizo la madre de Daniel el sábado 8 de julio del corriente año y generó la atención y preocupación del trabajador. El amigo relató a Nuevo Diario que la mujer de 76 años le contó que el miércoles 5 de julio cenaron ella y sus dos hijos en la casa paterna. Sin embargo, “Daniel se sintió mal, se levantó de la mesa y subió a la planta alta, donde está su habitación”.
“Me contó que el doctor le dijo que ‘Dani’ estaba con fiebre y le bajó la presión; que él se iba a encargar de controlarlo”, reveló.
“La madre me comentó que al día siguiente se levantó y subió a la habitación de ‘Dani’ para saber cómo estaba, pero no lo encontró. Llamó al doctor y le preguntó si ‘Dani’ estaba con él, pero él le dijo que no y que ‘había viajado con los amigos’”, recordó el amigo. Sin embargo, a pesar de la insistencia de la madre por comunicarse con Daniel por mensajes de texto y llamadas, nunca obtuvo respuestas de su hijo.
La preocupación de la madre la transmitió al amigo, quien también trató de comunicarse en forma infructuosa con Daniel. “La última comunicación de ‘Dani’ en el Whatsapp marcaba a la 1.21 de la madrugada del miércoles 6 de julio”, afirmó.
El lunes 10 de julio, el amigo volvió a preguntarle a la madre si sabía algo de su hijo, aunque la mujer le respondió que no se pudo comunicar porque, de acuerdo con lo que le había dicho el médico, “seguramente no agarra la antena” de telefonía móvil en el lugar donde se encontraba. Hasta ese momento, ya sobrevolaba en la mente del trabajador la noticia del cuerpo calcinado que estaba sin identificar y la relacionaba con su amigo, especialmente porque tenía una camiseta de Central Córdoba y por la fecha del hallazgo del cadáver. Realizó averiguaciones por su cuenta y develó que el cardiólogo había regresado a la casa el 6 de julio “a las 6 o 6.30 en el auto de ‘Dani’, que él no acostumbraba a manejar”.
El amigo señaló que la madre le dijo que “José iba a realizar la denuncia de la desaparición”, pero no la hizo. En consecuencia, él se trasladó hasta el Departamento de Seguridad Ciudadana Nº 2 y dijo que no podían ubicar a su amigo. Los policías realizaron averiguaciones en comisarías y hospitales, pero no había ingresado ningún detenido ni paciente con ese nombre.
Posteriormente, se encontró con el médico circunstancialmente en la vereda y este le manifestó: “Dónde andará ese loco”. “Al quinto día del hallazgo yo sabía que el cuerpo que habían hallado era de mi amigo ‘Dani’”, destacó.
“El sábado 15 de julio, el doctor llega a la casa en su camioneta, saca el auto Toyota Corolla de ‘Dani’; después sale un hombre de la camioneta y se va en el auto”, recordó y fue un hecho más que se sumaba a su sospecha. Ese rodado fue vendido en tres millones de pesos por el médico.
“‘Dani’ está muerto”, le dijo a un familiar paterno de la víctima y se presentó en la sede de la División Trata de Personas de San Martín y Santa Fe para contar sus sospechas. Hasta ese momento, lunes 17 de julio, a pesar de las investigaciones, la Policía no tenía la identidad de la víctima y en consecuencia tampoco la punta del ovillo para iniciar las averiguaciones para esclarecer el crimen.
La información suministrada por el amigo de Daniel provocó que el fiscal Hugo Herrera constituyera despacho en el Departamento de Homicidios y Delitos Complejos, desde donde partieron diversas directivas judiciales que finalmente terminaron con la identificación del cuerpo y la detención del médico cardiólogo por el asesinato de su hermano el martes 18 de julio.
“¿Qué te parece si la internamos a mamá en un geriátrico?, está viejita”
Daniel Chávez Espinosa y el testigo mantenían una estrecha amistad en la que no se ocultaban nada durante las charlas que compartían cuando el joven visitaba a su amigo en el lugar de trabajo o lo llevaba a su casa en el auto. “Hace como ocho meses me contó que su hermano le dijo: ‘¿Qué te parece si la internamos a mamá en un geriátrico?, está viejita’, recordó. En este sentido, señaló a Nuevo Diario que la víctima le manifestó su indignación por lo que pretendía hacer con su madre, quien vivía con él y la cuidaba a diario. En ese momento, ya se habrían iniciado los trámites de sucesión de los bienes que había dejado su padre médico, fallecido por Covid. La familia tiene propiedades, entre ellas dos departamentos en Córdoba, de acuerdo con lo que le contó Daniel a su amigo.
Las averiguaciones policiales determinaron que la herencia era la causa por la que se producían ásperas discusiones entre la víctima y su hermano,
Por otra parte, el amigo dijo que la madre de Daniel le contó que el médico había festejado el cumpleaños el 13 de julio, siete días después del crimen. “José festejó su cumpleaños, ha venido con dos amigos; le he guardado torta”, le manifestó la mujer al amigo.
“No puedo creer que haya hecho algo así con su hermano. ‘Dani’ era una persona sin maldad, una persona muy buena con todos”, recordó el testigo.