Una mujer de 40 años, domiciliada en una localidad del departamento Río Hondo, advirtió en los últimos días que su hija de 14 años no hablaba, estaba melancólica y retraída. Este cambio le resultó llamativo a la mujer, quien le preguntó si estaba atravesando algún tipo de problema. En ese momento, la adolescente le manifestó que cuando se encontraran a solas, le iba a “contar algo”.
En ocasión que su padre de 38 años se trasladó hasta la casa de un familiar que reside en las inmediaciones y sus cuatro hermanos se encontraban jugando en el patio, la madre preocupada por el estado emocional de su hija, la llamó hasta una de las habitaciones y volvió a preguntarle qué le pasaba.
“Mi papá abusa de mí, me toca”, le manifestó y rompió en llanto. La víctima fue contenida por su progenitora, quien le pidió más detalles. Una vez que la adolescente se calmó, le contó que los abusos sexuales con acceso carnal comenzaron hace dos años.
Los aberrantes hechos se produjeron cuando la madre se ausentaba del domicilio para realizar trámites o asistir al médico en la ciudad Capital. La última violación fue recientemente.
Tras el relato, ambas lloraron juntas.
Posteriormente, la mujer y su hija se trasladaron hasta la casa de una familiar de la Capital para contarle lo sucedido y pedir ayuda.
En la misma vivienda estaba una de sus hijas de 9 años, quien fue a pasar unos días de vacaciones. La familiar le manifestó a la madre de la víctima que la niña le había contado que en una ocasión, mientras estaban en la cama, su padre no quería que ella pusiera la pierna sobre el cuerpo de la adolescente porque él estaba a su lado y la manoseaba en sus partes íntimas.
La versión de la niña fue corroborada por la víctima.
La madre realizó la denuncia en la Comisaría del Menor y la Mujer Nº 11 y se dio intervención a la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual de la Circunscripción Capital, que ordenó diversas medidas procesales.
Para preservar la integridad física de la adolescente, esta quedó al cuidado de su familiar que reside en la ciudad Capital, a la espera de que se profundice la investigación, sea examinada por el médico forense y se entrevistara con una psicóloga.
