Un policía terminó con lesiones en el rostro, curables en diez días salvo complicaciones, luego de intentar inmovilizar a un sujeto que estaba ocasionando incidentes en su casa y este lo golpeara. Sus familiares arremetieron contra los efectivos.
Faltaban unos minutos para que sean las ocho de la noche del jueves, cuando una vecina del barrio Libertad alertó a los uniformados que “su hermano había llegado a su casa y le había robado bienes y dinero”.
Además, indicó que el sujeto estaba promoviendo incidentes en el domicilio.
De inmediato, un agente de Policía de 31 años residente en la Capital, que se encontraba cumpliendo servicio de guardia, se dirigió al lugar con el oficial de guardia. Al ser entrevistada por los “guardianes del orden”, la denunciante indicó que “su hermano había llegado al inmueble y le había sustraído un buzo y dinero en efectivo que ella tenía ahorrando”. Aunque no especificó la cantidad.
De inmediato, los uniformados intentaron mediar. El agente y el oficial trataron de inmovilizar al sujeto, para trasladarlo a la dependencia policial mientras la damnificada aseguraba que “iba a ir a denunciarlo”.
Fue en ese momento que el agresor comenzó a tornarse violento contra los efectivos. Forcejeó con el personal policial; hasta que tomó un palo y comenzó a agredir físicamente en el rostro al agente de Policía. Le ocasionó lesiones en el rostro.
Ante la situación, se solicitó el refuerzo correspondiente. Por lo que ante el arribo de las unidades policiales, la familia del revoltoso comenzó a tornarse agresiva con los efectivos. Los atacaron, para impedir que el sujeto sea apresado.
De inmediato, para reguardar la integridad física de los efectivos, se ordenó que se retiren del inmueble.
El policía radicó la denuncia penal por el supuesto delito de lesiones; por lo que fue examinado por el médico de Sanidad Policial.
En el caso se dio intervención a la Unidad Fiscal de la circunscripción Capital que ordenó una serie de medidas a seguir en las próximas horas.
