El horrendo y lamentable asesinato de Silvia Alicia Acevedo fue el corolario de un derrotero con final anunciado para un sujeto poseedor de un perfil violento, con antecedentes de intento de homicidio, agresiones en contexto de género, hechos por los que estuvo detenido, incluso cumpliendo prisión preventiva, aunque luego fue beneficiado con el cese de prisión.
El detenido Brian Gonzalo Cáceres, acusado de ser quien abusó a Silvia Alicia y luego la masacró a golpes hasta causarle la muerte, ya tenía una requisitoria de elevación a juicio por un caso de tentativa de homicidio ocurrido el 18 de octubre de 2020, en el barrio Siglo XXI de la Capital, ocasión en que —tras una abundante ingesta de bebidas alcohólicas— acuchilló a Facundo Araujo, ocasionándole una grave herida a la altura del omóplato izquierdo, además de lesionarlo en la frente y en una de sus manos.
Si Cáceres no terminó de matar a Araujo fue por la oportuna intervención de la madre de la víctima, quien evitó que siga atacándolo, siendo golpeada por el inculpado, quien además amenazó con quemarle la casa donde ella vive con sus hijos, tras lo cual huyó del lugar y se mantuvo en calidad de prófugo 45 días.
Logran detenerlo
Cáceres fue ubicado el 2 de diciembre de 2020 y puesto entre rejas de un calabozo. En el momento procesal oportuno le dictaron la prisión preventiva por requerimiento del Ministerio Público Fiscal, que tiempo después presentó la requisitoria de elevación del caso a juicio, requiriendo que se mantenga la prisión preventiva dictada por el plazo de ley, de dos años.
Mediante un hábeas corpus presentado ante el camarista Juan Carlos Storniolo se requirió que se conceda la prisión domiciliaria al inculpado, aduciéndose que este padecía problemas de salud, y que en su lugar de detención no podía recibir la asistencia necesaria, requerimiento al que la fiscalía se opuso en forma terminante, no obstante lo cual se lo concedieron y de esa manera transcurrió dos años cumpliendo prisión en su domicilio.
Después los abogados Carlos Ríos López y Carlos Taboada, en su momento a cargo de la defensa de Cáceres, solicitaron el cese de prisión para este, a lo cual la fiscalía se opuso sosteniendo la vigencia de los peligros procesales, y advirtiendo que el delito que pesa sobre el sujeto no era excarcelable, ya que enfrentaba una posible condena de entre 4 y 16 años de prisión —entre otros argumentos— y solicitó que la medida coercitiva sea prorrogada por un año más, criterio que no fue compartido por la jueza que el 6 de febrero del año pasado le concedió la libertad al inculpado, aplicándole medidas restrictivas y diversas reglas de conducta.
Ahora, tras ser detenido por el terrible crimen de Silvia Alicia, espera ser indagado en la Unidad Fiscal para delitos contra la integridad sexual.
