La Policía de la Provincia redobla esfuerzos en la lucha permanente contra el narcotráfico, el contrabando y otros delitos, a través de los operativos de control de personas y vehículos en las rutas que surcan la provincia de Santiago del Estero. En este sentido, en medio de un procedimiento de seguridad, tomaron conocimiento ayer sobre la presencia de una camioneta empantanada en un camino vecinal, a unos dos kilómetros de la localidad de Garza, departamento Sarmiento, y en cercanías de la Ruta Nacional 34.
Los uniformados confirmaron que se trataba de una Chevrolet S10 de doble cabina que estaba sin ocupantes y que había caído en un pozo. A causa del barro provocado por las últimas lluvias, el vehículo no pudo seguir viaje y fue abandonado. Los efectivos sospecharon que, ante los controles de la fuerza de seguridad sobre la Ruta 34, los ocupantes de la camioneta decidieron buscar un camino alternativo, tras lo cual se internaron en el camino vecinal que parte de la arteria nacional, donde quedaron varados.
El hecho fue informado al juez federal Nº 1 de Santiago del Estero, Dr. Guillermo Molinari, quien ordenó que se concretaran diversas medidas. Una vez que los efectivos confirmaron que el rodado no es de ningún habitante de la zona, realizaron la apertura del vehículo por disposición del magistrado, para lo cual tuvieron que romper una de las ventanillas. De esta manera, se comprobó que transportaba 590 kilos de hojas de coca (valuados en más de $ 35 millones) y además había 300 dólares falsos y 60 mil pesos que habían sido abandonados por los ocupantes. Posteriormente, el conductor fue apresado y se le secuestró $ 300 mil.
Se sospecha que el vegetal iba a ser utilizado en la elaboración de cocaína
Las hojas de coca son utilizadas como infusión para el “mal de altura” y también es masticada con bicarbonato para mitigar el hambre y el sueño. Sin embargo, además es la materia prima en la elaboración de la cocaína.
En este sentido, los uniformados sospechan que los 590 kilos de hojas de coca secuestrados ayer en la camioneta empantanada tenían como destino alguna “cocina” de las grandes ciudades argentinas, como Santa Fe o Buenos Aires, para la elaboración de cocaína.
Las primeras investigaciones develaron que el vehículo está a nombre de un salteño y que el rodado habría partido de San Ramón de la Nueva Orán, provincia de Salta.
Los procedimientos son parte de los anillos de seguridad intermedios, desplegados en todo el territorio provincial.
