La investigación se inició hace varias semanas. Personal policial de la Dirección General de Drogas Peligrosas estaba tras los pasos de un vendedor de estupefacientes al menudeo en la ciudad de Loreto y a través de las averiguaciones determinaron que el sospechoso era un efectivo de la Policía de la Provincia.
Los uniformados tuvieron que “camuflarse” muy bien para no ser detectados por su colega, quien también tiene la formación policial. Sin embargo, los “sabuesos” realizaron vigilancias discretas y seguimientos del sospechoso, quien ostenta la jerarquía de sargento.
Los efectivos reunieron importantes evidencias que fueron presentadas ante el Dr. José Piña, representante de la Unidad Fiscal de Lucha contra el Narcotráfico de la Circunscripción Capital, que evaluó positivamente las pruebas y pidió órdenes de allanamiento.
En consecuencia, personal de la Dirección de Drogas Peligrosas realizó allanamientos en dos viviendas de los barrios Libertad y Las Chacras, de Loreto. Durante las requisas de las propiedades secuestraron 130 gramos de cocaína, una balanza de precisión para fraccionar el estupefaciente, dinero en efectivo que sería producto del negocio ilegal y el celular. Asimismo, se procedió a la detención del sargento, quien fue alojado en la base del Cuerpo Guardia de Infantería, ubicada en la ex-Fandet e imputado de infringir la Ley 23.737.
Asimismo, en forma paralela, las autoridades de la Jefatura de Policía le abrieron un sumario administrativo para analizar su conducta.
Fuentes ligadas con la investigación revelaron que en el aparato de telefonía móvil tendría como presuntos clientes a varios de sus colegas, quienes acudirían a él como vendedor para no exponerse, como sí lo harían si fueran a comprar a un “dealer” común.
Como se sabe, tal como lo informó Nuevo Diario en los últimos días, 62 policías fueron separados de la fuerza luego de dar positivo sus exámenes por la presencia de marihuana y cocaína en sus organismos.
