Jesús María Charra era un enfermero que se desempeñaba en la UPA del barrio Villa Griselda de La Banda. Tenía dos hermanos y tres hijos. Vivía con sus padres en el barrio Bajo de Vértiz. Fue asesinado de una cuchillada por un vecino.
El incidente se produjo en la tarde del 12 de enero, en San Juan, entre Lamadrid y Guido Spano. Charra (45) tuvo un cruce de palabras con un vecino, identificado como David Coria (33), por una medianera. La discusión terminó en un forcejeo, donde el enfermero comenzó a retroceder y se habría enredado, para caer de rodillas, lo que fue aprovechado por Coria, quien lo acuchilló por la espalda. Le produjo una herida profunda, por lo que fue internado. Falleció a las 4.30 de la madrugada de anteayer.
En diálogo con Nuevo Diario, Rita (hermana de Jesús) remarcó: “Lamentablemente se debe tomar conciencia de lo que ha pasado, porque se ha ido una vida inocente. Mi hermano era joven y con muchas ganas de vivir. Tenía muchos proyectos. Nosotros solamente pedimos justicia y que no vuelvan a pasar más estas cosas. Si bien no todos nos llevamos bien en el barrio, tampoco es justificativo para que hagan esto, que maten a un inocente”.
“Ese día lo he socorrido a él. En ese momento que fue la discusión, fuimos a la casa, en un momento llega y nos pregunta: ‘hermana, ¿qué pasa que están todos afuera?’. Le dije: ‘Lo mismo de siempre’. ¿Qué era lo mismo de siempre?, que el vecino pone una piedra en la vereda y no quiere que la toque, que ni pisen el pasto. Al estar un garaje pegado, la camioneta no podía salir”, reconoció la hermana de la víctima.
Al tiempo que agregó: “Esto ya venía de arrastre, siempre reclamaba por la medianera porque el agua corría por ahí, o porque las hojas de la mora que está en el medio le iban al pasto de él. Eran muchas cosas totalmente insignificantes, pero tampoco era justificativo para actuar de esa manera”.
Sobre el fatídico día, Rita recordó: “Esto ha sido algo imprevisto. Lo socorrimos, lo llevamos en el auto hasta el CIS La Banda, donde le hicieron los primeros auxilios y luego lo trasladaron al hospital Regional, donde lo estaban esperando en el quirófano. Se nos estaba muriendo, porque le faltaba mucho el aire en la ambulancia. Lamentablemente tuvo cuatro cirugías. Los informes eran desalentadores y lo único que nos quedaba era rezar y que Dios se apiadara de él. Nuestra familia ha estado inmersa en la incertidumbre, a la espera de un llamado que nos digan que mi hermano ya no iba a estar más con nosotros. La parte judicial se encargará y se hará justicia. Nosotros creemos en la Justicia. Se ha logrado detener al agresor”.
“Fue un proceso de 18 días de agonía, operaciones y transfusiones de sangre. Los médicos de la terapia del Regional se han portado muy bien con mi hermano. Le han hecho todos los estudios, realmente no hay palabras de agradecimiento. Pero lamentablemente mi hermano ha bajado los brazos”, reconoció Rita.
Ayer, los restos del enfermero fueron sepultados en un cementerio de La Banda.
