Un celular robado derivó en un amplio operativo en una reconocida galería del barrio de Once y todo concluyó con el secuestro de 137 teléfonos que habían sido sustraídos y se encontraban ocultos en pavas eléctricas, dispenser de agua, o detrás de heladeras.
Celulares, computadoras, tablets y cientos de chips fueron incautados y varios locales de telefonía terminaron clausurados tras un allanamiento realizado por la Policía de la Ciudad en la galería “La Juanita”, en Once, en el marco de una investigación por un robo.
Fuentes policiales le comunicaron a la Agencia Noticias Argentinas que todo inició a partir del robo de un celular en una de las bocas de acceso al subte en Plaza Miserere, y de acuerdo a la geolocalización el teléfono se hallaba en una galería de la recova de la avenida Pueyrredón, casi esquina Rivadavia.
De esta manera, personal de la División Investigaciones Comunales 3 (DIC3) hizo una averiguación en la zona donde apuntaba el geolocalizador y se encontraron con una galería con negocios de venta de ropa y ocho locales de reparación y venta de celulares.
De acuerdo a la tarea de campo que hicieron los detectives, “afuera del comercio varios sujetos ofrecían servicio de reparación de celulares, pero en realidad lo que hacen es proponer venta de celulares, de la marca y modelo que requieran, y pactando la entrega en esos locales para el día siguiente y en el horario que el vendedor determine, presuntamente para tener el teléfono exacto que desea el comprador”.
Con los datos aportados por los oficiales, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°41, a cargo de Edmundo Rabbione, ordenó el allanamiento en la galería.
En la requisa, los oficiales hallaron celulares ocultos en sitios inusuales como, por ejemplo, pavas eléctricas, mochilas de inodoros, tachos de basura de los pasillos comunes de la galería y hasta en una bolsa en la escalera que conducía a una planta superior de acceso libre, donde con autorización judicial encontraron una notebook con un teléfono conectado corriendo un software de hackeo, además de más dispositivos sin documentación.
En total se secuestraron 137 celulares, incluidos 53 iPhone, 45 Samsung, 28 Motorola, entre otras marcas, sumado a seis tablets, dos notebooks y 600 chips de telefonía móvil, además de tres dispositivos POSNET de cobro electrónico.
Mientras se realizaba el procedimiento se presentó otra víctima que había denunciado el robo de su iPhone 15, cuyo número de IMEI coincidía con uno de los dispositivos secuestrados.
Otro teléfono llevaba una etiqueta con la leyenda “Robado +Nº de teléfono”; al contactar ese número, respondió una mujer que confirmó que pertenecía a su hermano, a quien se lo habían sustraído.
Del operativo 17 personas resultaron identificadas, uno de ellos de nacionalidad peruana, que tenía pedido de paradero y comparendo vigente por una causa federal por infracción a la Ley 25.891 en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4, a cargo de Ariel Lijo. La Justicia dispuso que se lo informe de la nueva causa, sin tomar medidas restrictivas.
“Otra persona que fue identificada resultó ser el encargado de la galería cuyos datos se encuentran vinculados a la denuncia de otro IPhone sustraído, del cual se realizó una transferencia por la aplicación de mercado libre, surgiendo sus datos”, detallaron.
Finalmente, los locales fueron clausurados con fajas de seguridad y los aparatos tecnológicos secuestrados.
NA