En el interior de una habitación a oscuras, la Policía detuvo a un sujeto junto a una menor, quien era obligada por su madre a prostituirse a cambio de dinero o mercadería. Ambos están tras las rejas y la Justicia dispuso la prórroga de la detención.
El 24 de agosto, una mujer residente en la ciudad de Frías –departamento Choya- vio a su nieta de 14 años dirigirse hacia la casa de su expareja. Se trata de un jubilado de 61 años, que vive en el fondo de la propiedad. De inmediato, tras haber escuchado comentarios acerca de que que la menor era prostituida por su hija –la madre de la víctima- no dudó y llamó a la Policía.
Los efectivos detuvieron al degenerado que pagaba entre 30 y 100 mil pesos a su propia hija, para abusar sexualmente de su nieta. Fue detenido y la menor terminó revelando que “su madre era quien le conseguía los clientes y pautaba con ellos el pago de sus servicios”.
La menor develó que, además de su abuelo materno, era prostituida con un comerciante a cambio de mercadería y con otros sujetos, por la suma de 10 a 30 mil pesos, que luego se repartía con su madre. La mujer, posteriormente, fue detenida.
La Fiscalía imputó al depravado del delito de abuso sexual con acceso carnal y promoción y facilitación de la prostitución, mientras que a su hija, el delito de promoción y facilitación de la prostitución.
Ayer, el juez Guillermo Paradelo dispuso que continuaran detenidos por el lapso de 15 días.
