
Luego de hacer un “trabajo de inteligencia”, un ladrón señaló una casa del barrio Bosco III y, paciente, esperó para ingresar a robar. Pero un detalle se le pasó por alto: la familia tenía un perro Pit Bull. Entró a la casa y terminó siendo atacado por el animal y encadenado por los vecinos.
Faltaban unos minutos para las doce del mediodía de ayer, cuando un sujeto residente en la zona ingresó a una propiedad ubicada en el pasaje 436 del barrio Bosco III de la Capital. Se aseguró de que no había moradores en la propiedad, saltó la tapia perimetral e ingresó.
El delincuente no sabía que la familia tenía como mascota un perro de raza Pit Bull, por lo que apenas ingresó al inmueble, el can lo atacó. El sujeto intentó escapar, pero no tuvo tiempo. El perro lo atacó.
Le habría mordido las piernas y, tras derribarlo, comenzó a morderlo en el abdomen. Le produjo heridas en los brazos y en las manos.
Los vecinos, alertados por los gritos de una persona, salieron a ver qué estaba pasando. En ese momento encontraron al can atacando al desconocido.
Los dueños del animal y los vecinos lograron atrapar al delincuente, lo encadenaron y llamaron a la Policía.
El sujeto fue trasladado de inmediato a un centro de salud de la Capital y luego a la Comisaría Comunitaria N° 59 del Bº Belén, donde quedó alojado por disposición de la Fiscalía de turno de la Capital.
Mientras que los efectivos de la División Policía Científica realizaron los trabajos de fotografía y planimetría en el inmueble.