Junto a un cómplice había robado caños a un vecino. Tras un llamado al 911 la policía llegó al lugar. El acusado forcejeó con ellos y luego ingresó a su vivienda.
Todo sucedió el sábado a la noche cuando un llamado anónimo al 911 alertó sobre la presencia de dos hombres en bicicleta cargando caños robados.
Tras iniciar la búsqueda, los agentes interceptaron a un hombre en una bicicleta azul que llevaba los elementos robados. El hombre reconoció haberlo sacado de un terreno en desuso en compañía de un cómplice que se movilizaba en una bicicleta de color rojo,
Con esos datos, personal de la Brigada Motorizada encontró al segundo sospechoso. Lo retuvieron intentando ingresar a su vivienda con un caño de unos cinco metros de largo aproximadamente, pero al querer identificarlo, empujó a uno de los efectivos y trató de arrebatarle el arma reglamentaria.
Tras el forcejeo, el acusado logró entrar en la habitación de su hija de 7 años y la usó de escudo para defenderse de la policía. La mamá de la nena desesperada pedía ayuda.
Los policías lograron rescatar a la menor sin lesiones físicas, pero debió ser asistida por personal especializado en protección de la infancia.
El delincuente se resistió golpeando a los efectivos hasta que lograron reducirlo. El fiscal de turno dispuso que los dos implicados quedaran detenidos. Un vecino formalizó una denuncia penal por el robo de los caños. El padre de Nena fue acusado de hurto, atentado contra la autoridad y resistencia a la autoridad.