Mientras un menor jugaba en el patio de su vivienda, un adolescente que vive en la casa de al lado lo atacó con un adoquín. Le ocasionó lesiones y cuando su madre fue a reclamar la situación, terminó siendo agredida y amenazada de muerte por el sujeto y sus hermanas.
El hecho que fue denunciado en sede de la Comisaría Comunitaria Nº 5 por la damnificada de 37 años, residente en el barrio Huaico Hondo de la Capital, se produjo anteayer en horas de la siesta.
Según indicó la víctima, estaba en su casa junto a su esposo y su hijo de 12 años, que estaba jugando a la pelota en el patio trasero. Mientras el matrimonio charlaba, se escuchó un fuerte ruido que los alarmó. En ese momento su hijo entró a la casa llorando.
El chico les contó que “mientras jugaba, desde la casa lindante habían arrojado un adoquín que habría impactado en su cuerpo”, por lo que había sufrido una lesión.
De inmediato, la denunciante se dirigió al inmueble de al lado a reclamar la actitud e intentar hablar con los habitantes del lugar.
Pero para sorpresa de la damnificada, sucedió todo lo contrario. En primera instancia —según denunció— fue amenazada de muerte por un adolescente.
El mismo tenía entre sus manos un hierro con el que amagaba con lesionar a la víctima. Al tiempo que le decía: “Retirate de mi casa, che gran p... A vos y a tu marido policía, los vamos a hacer m... Se creen importantes. No saludan a nadie en el barrio. Aquí nadie los quiere. Cuando te vea sola te voy a hacer c...”. El esposo de la denunciante intentó mediar, por lo que el agresor comenzó a “invitar” al efectivo a pelear.
En ese momento salió una hermana del agresor, quien sin mediar palabras tomó de los pelos a la denunciante. Le propinó golpes de puño y la arrojó al suelo, donde le aplicó puntapiés. Posteriormente salió de la casa otra hermana de los atacantes, quien también agredió a la víctima.
Tras el incidente, los hermanos se encerraron en el inmueble. Mientras que la víctima radicó la denuncia penal.
La damnificada fue examinada por el médico de Sanidad Policial, quien le diagnosticó lesiones curables en cinco días. Mientras que a su hijo le diagnosticaron lesiones curables en dos días.
La denunciante indicó que el problema que mantiene con los denunciados se debería a que su esposo es policía y de manera constante lo hostigan esperando que este reaccione para poder perjudicarlo en el trabajo. Al tiempo que agregó que no sería la primera vez que tienen este tipo de problemas, ya que desde hace cuatro años las provocaciones y hostigamiento de los agresores son de manera constante.
Ante la situación, la Fiscalía de Capital dispuso que las partes sean notificadas de una prohibición de acercamiento e impedimento de contacto por cualquier vía de comunicación, mientras se investigan los pormenores del hecho.
Los efectivos comenzaron a recibir declaraciones testimoniales a los ocasionales testigos del hecho.
