Una empleada de comercio de 37 años, domiciliada en la zona sur de la ciudad Capital, se encontraba en plena tarea laboral en un local de calle Buenos Aires del barrio Centro.
En esa circunstancia, la mujer comenzó a recibir mensajes de texto de su pareja. El hombre la acusaba de haberle sido infiel durante febrero del verano pasado. La intimidó con llegarse a su lugar de trabajo para "arreglar" la situación. La sucesión de mensajes generó una crisis de nervios en la empleada de comercio porque su concubino es un policía en actividad y porta su arma de fuego reglamentaria.
En este sentido, el hombre le habría manifestado que se iba a trasladar hasta el local y, si no lo atendía, iba a patear la puerta del comercio para ingresar.
Ante el temor de que su pareja concretara las amenazas y se trasladara con la pistola, la mujer alertó a la Policía y contó lo sucedido ante el personal de las unidades eléctricas. Sostuvo que no era la primera vez que la acusaba de infiel.
Seguidamente, fue trasladada a la Comisaría Nº 1 y se dio intervención a la Comisaría de la Mujer y la Familia. Sin embargo, finalmente la empleada de comercio se negó a realizar la denuncia en contra de su pareja policía.
La Dra. Ana Lucía González Farías, representante de la Unidad Fiscal de Violencia de Género e Intrafamiliar, ordenó que todo sea registrado en el libro de guardia y firmado por la mujer.