
Juan Ángel Garzón, de 59 años y empleado de un consultorio médico, vivió "momentos sorprendentes" en los últimos días, luego de que encontrara restos de un supuesto meteorito en el patio de su casa de las calles Italia y Borges del barrio Rosso de Añatuya.
Tal como informó ayer Nuevo Diario, Garzón y el familiar de un vecino, de apellido Del Toma (64), se presentaron anteayer en la Comisaría Nº 41 y contaron lo sucedido, exponiendo el presunto cuerpo celeste, que fue secuestrado. La fiscal Cecilia Rímini ordenó que Policía Científica realizara pericias en el pozo donde hallaron el objeto, hasta que llegaran desde la ciudad Capital los profesionales de la Dirección de Patrimonio Cultural para analizar el presunto meteorito.
Juan Garzón relató ante Nuevo Diario que alrededor de las 2.30 de la madrugada del martes último escuchó un "reventón", similar a los que produce el choque de cables de electricidad de alta tensión, aunque pensó que era un rayo por la tormenta que se precipitaba en ese momento. Sin embargo, horas después se descubrió algo inusual a pocos metros de la edificación de su casa. El primero que lo vio fue Del Toma, quien estaba hospedado en la casa de un familiar, ubicada a la par. El objeto estaba en un pozo de unos 30 centímetros de profundidad y "salían llamas celestes". Le echaron agua y emitía un humo "celeste". Sostuvo que finalmente, decidieron cavar para extraerlo y ver de qué se trataba. "Estaba muy caliente y por momentos se ponía rojo", afirmó. Sostuvo que trataron de cortarlo con una amoladora, pero no pudieron. "Cada vez que le echábamos agua salía un humo y un olor muy fuerte, similar al gamexane o al azufre; siempre permanecía caliente", señaló. Indicó que a causa de ello, comenzó a tener "dolor de cabeza y una picazón en el cuerpo". Luego de varios días de tener el objeto en su casa, decidió entregarlo a la Policía. Garzón sospecha que, por las características del objeto y la secuencia de sucesos, es el resto de un meteorito y que podría haber más en la zona.