Un empleado público de 58 años aprovechó con sus compañeros la salida del trabajo anteayer a la una de la tarde para dirigirse a un bar de La Banda para festejar anticipadamente el Día del Trabajador. En efecto, eligieron un local gastronómico de la calle Rivadavia para sentarse y compartir un “picado” y bebidas alcohólicas. Entre bromas y anécdotas, la sobremesa se extendió por varias horas. En esa circunstancia, el hombre de 58 años advirtió la presencia de una joven en el bar, a quien preguntó “por qué no tomaba nada”. Luego, la moza trajo la respuesta: “Dice que no tiene para comprar”. El empleado público —quien habría extraído parte del bono que le habían acreditado anteayer— le dijo a la moza que le sirviera una cerveza a la mujer y que él la iba a pagar. Las horas y las copas siguieron, hasta que alrededor de las 20, todos los compañeros se habían retirado y el hombre inició una conversación con la mujer. Eso es lo último que el empleado público recuerda, luego de que llegara la noche.
El hombre despertó en su domicilio del barrio Matadero de la vecina ciudad y advirtió que no tenía el teléfono celular. Lo buscó y no lo encontró en su domicilio. Asimismo, comprobó que tampoco tenía la billetera en la que tenía documentación personal, tarjetas de débito y crédito, papeles de la moto en la que se movilizaba, 40 mil pesos en efectivo y hasta la copia de una llave de un depósito de un organismo.
El damnificado concluyó que había sido víctima de la mujer del bar, quien lo habría engañado bajo la modalidad delictiva conocida como “Viuda Negra” para apoderarse de sus pertenencias.
