El licenciado en Ciencias Políticas y presidente del Centro de Capacitación Antonio Gramsci, Diego Ramos, visitó este martes los estudios de Radio LV11 para participar del ciclo Actualidad Política
Allí expresó: “Si uno mira la historia, como la promesa de la modernidad, que venía cargando mucho sentido en cuanto igualdad y progreso, esa promesa quedó en un relato. Estamos totalmente aturdidos, la gente tiene una imposibilidad de poder digerir todo lo que se está tratando, entonces termina reproduciendo y en esa reproducción se termina incitando la violencia. Si la modernidad vino a poner un manto de racionalidad, en algún momento perdimos la visión de sostener esa racionalidad. La política queda entrampada en esto”.
“Al negar la conflictividad en la política, perdemos la capacidad y responsabilidad de asumirla, si no asumimos de entrada que la política es conflicto nos quedamos entrampados, ahí entra el fanatismo, el chicaneo, entra todo”.
“La política y lo político son cosas distintas, la política es donde se juegan todas las emociones, todos los intereses y la tenemos todos, lo político tiene que ver con esa posibilidad de cómo podemos instrumentalizar, pasar de ese esquema a poder entrar esquemas de organizaciones como sociedad, estamos entrampados en el prejuicio”.
“Todos los actores políticos, sobre todo los que están en la dirigencia política, negar la magnitud del hecho automáticamente se autoexcluyen de la política. Cuando salimos de los cauces de la racionalidad política decimos torpeces”.
“Hay que revisar los relatos, la simbología, después de 40 años de democracia tenemos que hacer esto porque hay ciertos argumentos que ya perdieron legitimidad de autoridad, fíjense lo que pasó en Chile. Las nuevas generaciones están pidiendo un cambio, una nueva manera de entender la política”.
“Tenemos que asumir que la política es conflicto”.