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Política

Tras la renuncia de García-Mansilla, el Gobierno insiste en que la Corte tendrá problemas con tres miembros

El oficialismo intentó hasta último momento que García-Mansilla permaneciera en el máximo tribunal, a pesar del rechazo del Senado

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Crédito: Redes Guillermo Francos

La Corte Suprema de Justicia sufrió un nuevo golpe este lunes con la renuncia de Manuel García-Mansilla, horas después de que el Senado de la Nación rechazara su pliego para integrar el máximo tribunal. La decisión del constitucionalista generó una fuerte reacción en el Gobierno, que anticipa una "parálisis" del cuerpo judicial con solo tres miembros en funciones.

"Hicimos todo dentro de nuestras posibilidades para que se quede", lamentó una fuente de Casa Rosada en diálogo con TN, dejando entrever la frustración del Ejecutivo ante la imposibilidad de revertir la decisión de García-Mansilla.

Tras la doble derrota en el Senado, ya que el pliego de Ariel Lijo también fue rechazado, el Gobierno libertario anticipó que no propondrá nuevos nombres para la Corte Suprema en el corto plazo. "En algunas se gana y en otras se pierde", relativizaron desde la administración de Javier Milei.

Asimismo, un funcionario del oficialismo aseguró que los restantes miembros del máximo tribunal respaldaban al catedrático, a pesar de las críticas que había cosechado su nominación desde diversos sectores de la política y la Justicia.

Con la salida de García-Mansilla, la Corte Suprema volverá a operar únicamente con los magistrados Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Esta situación obligará al tribunal a convocar conjueces en aquellos casos donde no se alcance la mayoría legal requerida debido a recusaciones, excusaciones, licencias o futuras vacancias de sus integrantes.

La estrategia fallida del Gobierno para retener a García-Mansilla

En las horas previas a la confirmación de la renuncia, el Ejecutivo había intentado hasta último momento sostener a García-Mansilla en su cargo. "Es una decisión de él. Ni siquiera corresponde que nos avise a nosotros que renuncia", había expresado una alta fuente libertaria, intentando mostrar distancia de la decisión final.

Sin embargo, la defensa del abogado por parte del Gobierno fue evidente. El domingo, la administración Milei presentó un per saltum con el objetivo de permitir que García-Mansilla pudiera firmar fallos a pesar de la medida cautelar dictada por el juez Alejo Ramos Padilla que cuestionaba su designación. "No sabemos qué va a hacer, pero la Corte tiene que resolver esto", había manifestado una fuente del Ministerio de Justicia en la víspera del desenlace.

Cabe recordar que García-Mansilla había llegado a la Corte Suprema en febrero pasado, tras un controvertido nombramiento por decreto del presidente Javier Milei y la posterior toma de juramento por parte de los miembros del tribunal. Tras su abrupta salida, fuentes cercanas al constitucionalista confirmaron a este medio que el Gobierno no le ofreció ningún otro cargo, argumentando que "la política no le interesa".

La renuncia de García-Mansilla profundiza la crisis de integración en la Corte Suprema y plantea serios interrogantes sobre su funcionamiento futuro, tal como lo anticipa el propio Gobierno. La necesidad de convocar conjueces de manera recurrente podría ralentizar aún más los procesos judiciales y generar nuevas tensiones en el ámbito del Poder Judicial.

Con información de TN

Corte Suprema Milei
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