La comunidad arquidiocesana de Tucumán despidió a monseñor Alfredo Horacio Zecca, con una misa que se celebró en la catedral Nuestra Señora de la Encarnación.
“Deseo expresar mi deseo de que, cuando llegue mi hora, ser enterrado en ésta que ha sido mi iglesia catedral en mis años como sexto arzobispo de Tucumán”, manifestó en la homilía.
El prelado, cuya renuncia fue aceptada por el papa Francisco el 9 de junio, aseguró haber procurado ser un buen pastor durante su conducción.