Una vez más llega esta fecha en que santiagueños y santiagueñas nos encontramos hermanados por el sentimiento de conmemorar y celebrar otro aniversario de nuestra Autonomía. Han pasado 201 años de aquel grito de libertad y el orgullo por ese logro se mantiene imperturbable frente al paso del tiempo.
Porque entendemos que conmemorar esta historia es hacerla presente. Es buscar herramientas para extender el federalismo y profundizar nuestra Autonomía. Hacer presente la fecha es levantar las banderas de Juan Francisco Borges y Juan Felipe Ibarra, aquellos ciudadanos de esta tierra que tomaron decisiones clave para el futuro de la provincia. Qué mejor manera de reivindicar a estos próceres que tomando sus ideas para ponerlas en acción.
El 27 de Abril de 1820 ocurrió algo extraordinario en la provincia que no podemos olvidar. Y no fue solamente por la férrea voluntad de líderes como Borges e Ibarra. Fue por efecto del esfuerzo de miles de hombres y mujeres que habitaban este lugar y estaban dispuestos, cada uno desde su lugar, a aportar lo que hiciera falta.
En 1820 comenzó una historia que la seguimos escribiendo hasta el día de hoy. Una historia abierta. Tenemos muchas batallas por delante, como esta pandemia que se erige como una amenaza y nos llena de incertidumbre. Una pandemia que en 2020 impidió que se concretaran los grandes festejos que estaban pensados por esa fecha especial como fue el Bicentenario de la Autonomía Provincial. Por supuesto que esta situación imprevista no fue obstáculo para que, desde la virtualidad, hubiera numerosas actividades y homenajes a esta enorme gesta del pueblo santiagueño.
Hoy el panorama sanitario presenta características similares a 2020. Sin embargo, no todo es desasosiego, puesto que como ciudadanos tenemos el mismo tesón y la misma perseverancia que nos llevó a ser “Madre de Ciudades” y a estar entre las primeras provincias en dar su voto de autonomía.
Aquella hermandad y confraternidad de ideas que hubo entre los cabildantes de 1820 es la que necesitamos hoy para afrontar este momento difícil que vivimos como provincia y como país. El ímpetu que nos permitió ser autónomos se debe traducir hoy en un imperativo que nos obligue a ser responsables ante el prójimo para morigerar los efectos de esta tragedia que vive el mundo.
“Tierra de promisión”, se suele decir a Santiago del Estero. Gracias a Dios somos hoy el Santiago que convirtió muchas de esas promesas en realidades. En honor a Borges e Ibarra, caudillos populares que supieron interpretar los sentires del pueblo.
Celebremos estos 201 años de Autonomía. Por cada uno de los cientos de miles que somos. Por los niños, por los jóvenes, por los adultos de esta provincia. Por las mujeres que cada día conquistan más derechos y dan un gran ejemplo de lucha.
Por todo ello, estamos orgullosos y conmovidos por recibir este nuevo aniversario donde reafirmamos el legado de Borges e Ibarra de seguir construyendo esta Patria chica, soberana y plural, con espíritu trascendente. Siempre un paso adelante, para seguir creciendo, reafirmando nuestra Autonomía y dejando atrás viejas postergaciones.
