Desde el Obispado de Añatuya se elevó una oración para respaldar el pedido de Su Santidad, el papa Francisco, en medio de lo que acontece en el mundo, encomendándose al Inmaculado Corazón de María.
Oración
Madre de los hombres y de los pueblos.
Tú conoces todos sus sufrimientos y sus esperanzas.
Tú sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que sacuden al mundo.
Acoge nuestro grito dirigido en el Espíritu Santo directamente a tu Corazón
Y abraza con el amor de la Madre y de la Esclava del Señor a los que más esperan este abrazo.
Y al mismo tiempo, a aquellos cuya entrega Tú esperas de modo especial.
Toma bajo tu protección materna a toda la familia humana, especialmente a los pueblos de Rusia y Ucrania a los que con todo afecto a ti, Madre, confiamos.
Que se acerque para todos el tiempo de la paz y de la libertad, el tiempo de la verdad, de la justicia y de la esperanza.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Referentes diocesanos
Además, se hizo hincapié en el nuevo encuentro juvenil que comenzó ayer y continúa hoy en la ciudad de Quimilí, con los referentes diocesanos.
Se remarcó la importancia de la Comisión Diocesana de Pastoral de Juventud, en base a la vuelta a la presencialidad y a fortalecer los vínculos que luego de dos años se volvieron a afianzar.
En tanto, se enfatizó la figura del joven envangelizador y la importancia de propagar la Palabra de Dios por todas las comunidades de la Diócesis en concordancia con lo que peticiona el papa Francisco, de adoptar un rol activo desde la fe y la oración por los más desprotegidos y que están atravesando la situación de guerra que en definitiva afecta a todo el mundo.
Es por ello que desde cada lugar y con fervor mariano se pide rezar por los más débiles, los que en estos momentos sienten claudicar y propagar la voz y el amor de Dios a través de un rezo sentido.
