En mayo de cada año y antes de la pandemia, era propio ver una columna humana, con banderas, estandartes y una Cruz que guiaba el camino de los peregrinos.
Desde hoy, la ruta que lleva al encuentro con el Señor de Mailín se verá colmada de expectativa de cumplir el compromiso asumido desde la devoción hacia lo que representa el Cristo Forastero.
Es en este plano, donde la figura de los asistentes cobra relevancia, surge nuevamente la dedicación de brindarse hacia aquellos que desandarán la Ruta Nº 34.
El grupo en cuestión, porque son muchos, en este caso Nuevo Diario mantuvo diálogo con Rosa Montenegro, servidora “durante todo el año”, como bien lo indicó, para comentar cuál es la fundamental figura que cobra el hecho de acompañar y servir a los devotos del Señor de Malín.
“Somos el grupo Yesi Ángeles Peregrinos, somos servidores todo el año y ahora cuando llega mayo estamos pensando en hacer el servicio a los peregrinos en toda la ruta”, comentó emocionada. Además, expuso: “Nosotros les proveemos desayuno, almuerzo, merienda y cena. Tenemos la carpa donde pueden dormir y refugiarse por el frío o la lluvia. Preparamos todo para que ellos, durante el camino, pasen lo más cómodos posible. En caso de presentar heridas las curamos”, dijo fervientemente.
También comentó que están en tratativas hasta el lunes de contar con un vehículo para llevar todo lo necesario para asistir a los peregrinos que caminan hacia el Señor.