
El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, presentó su renuncia por razones de salud, a los 67 años. La noticia sorprendió a todos, ya que el prelado podía quedarse en el cargo hasta los 75 años, como lo establece el Código del Derecho Canónico. Sin embargo, afirmó que espera que su decisión sea aceptada por el papa Francisco, para seguir cumpliendo funciones en la Iglesia pero desde otro lugar.
“Mientras confío en que el Santo Padre acepte mi renuncia, invito a todos a continuar —con el mismo entusiasmo y la misma fuerza— trabajando en las metas pastorales que, como presbiterio, nos hemos trazado. Yo, por mi parte, me comprometo a cumplir plenamente mis funciones de gobierno hasta que sea designado mi sucesor”, subrayó en la misiva.
El prelado afirmó que “la decisión que he tomado, con una cuota de dolor, tiene como único fundamento el amor que como pastor les profeso. Estoy convencido, en conciencia, de que sería un egoísmo de mi parte que, dada la fragilidad de mi salud, por todos conocida, continuara con la conducción de esta Iglesia hasta los 75 años en que se invita a los obispos a presentar su dimisión”.
Cabe recordar que las Diócesis de Santiago del Estero y Añatuya son sufragéneas de la Arquidiócesis de Tucumán. Zecca desempeña funciones desde 2011.