El representante de la Cámara de Expendedores de Subproductos y Anexos del Petróleo (Cepase), Pedro Llorvandi, dialogó con ADN de Radio LV11 acerca de las recientes subas en el precio de los combustibles, atribuyéndolas a factores impositivos y cambios en el dólar oficial.
Llorvandi explicó que la suba, implementada esta semana, está directamente relacionada con dos factores principales. “El primer motivo es el aumento de los impuestos específicos a los combustibles, como el ITC (Impuesto a los Combustibles Líquidos), el ID (Impuesto al Dióxido de Carbono) y el IDC (Impuesto a la Transferencia de Combustibles), que fueron actualizados por el Gobierno Nacional. Estos tributos, diseñados para financiar diversas áreas, afectan directamente el costo final de los combustibles”, explicó.
Por otro lado, el impacto de la cotización del dólar oficial también desempeñó un papel crucial en el incremento. “El precio del petróleo, que es la base para calcular el valor del combustible, está expresado en dólares. Las petroleras realizan la conversión según el tipo de cambio oficial del Banco Nación, y cualquier variación en esa tasa afecta de manera automática los precios”, detalló.
Incrementos pendientes y perspectivas
El representante de Cepase advirtió que los aumentos registrados no serían los últimos, ya que todavía existen ajustes impositivos pendientes.
“Durante este año, hubo al menos dos incrementos que no se aplicaron, ya que fueron postergados por el gobierno anterior. Esto implica que en los próximos 60 o 90 días esos aumentos podrían implementarse para actualizar los valores pendientes”, señaló.
Sin embargo, destacó que la desaceleración en la inflación podría moderar el impacto de las subas. “El cálculo de estos impuestos está vinculado al índice de inflación. Si esta tendencia se mantiene a la baja, los incrementos serán menores”, explicó.
Durante la entrevista, Llorvandi reflexionó sobre el origen y el propósito de los impuestos al combustible, que fueron diseñados para financiar la construcción y mantenimiento de rutas en el país. Sin embargo, lamentó que estos recursos hayan sido desviados con el tiempo hacia otros fines.
“Estos impuestos nacieron con un objetivo claro: mejorar la infraestructura vial de la Argentina. Durante los primeros años se lograron avances importantes, pero con el tiempo, los fondos comenzaron a destinarse a otros usos, dejando a nuestras rutas en un estado crítico”, afirmó.
El representante de Cepase destacó que esta situación afecta especialmente a los habitantes del interior del país, quienes dependen de las rutas para realizar trámites o trasladarse a grandes ciudades. “En Santiago del Estero tenemos buenas rutas provinciales, pero las nacionales, como la 34, la 157 o la 9, se han convertido en un martirio para quienes las transitan. Este problema es generalizado y debería ser una prioridad para cualquier gobierno nacional”, añadió.
La deuda histórica con las rutas argentinas
Llorvandi recordó que muchas rutas principales del país, como las que conectan el norte con el sur, no han sido ampliadas en décadas. “Cuando era niño, viajaba con mi padre por la ruta 9 hacia Salta y Jujuy. En aquel entonces había una sola vía de ida y otra de vuelta. Hoy, 40 años después, seguimos con la misma infraestructura. No estamos pidiendo autopistas de cinco carriles, pero al menos necesitamos autovías que permitan un tránsito más seguro”, subrayó.
A pesar de las críticas y preocupaciones, Llorvandi finalizó su intervención con un mensaje positivo. “Lo más importante es que celebremos las fiestas en paz, en familia y con tranquilidad, para que podamos enfrentar el próximo año con la unidad que necesitamos como país”, concluyó.
