El cardenal Vicente Bokalic Iglic, arzobispo de Santiago del Estero, será uno de los cuatro argentinos que participarán del cónclave en el Vaticano para elegir al próximo papa, tras el fallecimiento de Francisco. A sus 72 años, Bokalic marca un hecho histórico: por primera vez, un arzobispo santiagueño tiene la responsabilidad de elegir al nuevo sumo pontífice y, además, podría ser considerado como uno de los papables.
Su designación como cardenal en octubre pasado fue una decisión significativa del papa Francisco, quien ya lo había nombrado arzobispo de Santiago del Estero en diciembre de 2013, luego de su paso como obispo auxiliar en la arquidiócesis de Buenos Aires. A lo largo de su carrera, el purpurado ha sido reconocido por su fuerte compromiso pastoral y su cercanía con los sectores más vulnerables de la sociedad.
Proveniente de una familia de inmigrantes croatas, y miembro de la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino, Bokalic ha dedicado gran parte de su labor a la pastoral social, manteniéndose siempre próximo a las realidades del pueblo. Su reciente nombramiento como cardenal y su participación en este cónclave no solo lo posicionan como un actor clave dentro del presente de la Iglesia Católica, sino que también proyectan una mayor relevancia para la diócesis santiagueña a nivel internacional.
Este será el primer cónclave para Vicente Bokalic, quien llevará consigo la voz del norte argentino al centro de una de las decisiones más importantes de la Iglesia universal: la elección del nuevo papa.