Álvaro Mangino, quien tenía solo 19 años al momento de la tragedia, se convirtió en uno de los pocos sobrevivientes del accidente que marcó a toda una generación. A diferencia de muchos de los jóvenes que viajaban en el siniestro, Mangino no era alumno del colegio Stella Maris ni formaba parte del equipo de rugby Old Christians; fue un amigo del club quien le ofreció unirse al viaje hacia Chile.
El fatídico incidente dejó una profunda huella: 13 de los 40 pasajeros murieron de inmediato, y otros fallecieron debido a las condiciones extremas en las que se encontraban. Mangino, por su parte, sufrió graves lesiones, rompiéndose la tibia y el peroné de su pierna izquierda. En medio de la desesperación y el caos, recibió asistencia de Roberto Canessa, quien en ese momento era estudiante de medicina y también sobreviviente del accidente.
Tras el rescate, Mangino formó una nueva vida. Se casó con su novia, Margarita Arocena, con quien tuvo cuatro hijos, y posteriormente, disfrutaron del amor y la alegría de ser abuelos. Mangino se integró a la junta de Old Christians y vivió un tiempo en Brasil antes de regresar a Montevideo, donde ha continuado compartiendo su historia de resiliencia y superación.
El santiagueño que conoció al sobreviviente de la tragedia de Los Andes que murió hoy pic.twitter.com/PoTBebrJEH
— Nuevo Diario Web (@nuevodiarioweb) March 29, 2025
Recientemente, Benjamin Dalale, un joven santiagueño que tuvo la oportunidad de visitar su hogar, compartió una conexión especial con el sobreviviente, disfrutando de una charla que revivió memorias y enseñanzas de aquel trágico episodio.
La historia de Mangino no solo es un testimonio de la tragedia vivida, sino también un ejemplo de superación y esperanza que resuena en todos aquellos que han tenido que enfrentar adversidades en la vida. Su experiencia sigue siendo un recordatorio de la fortaleza del espíritu humano.