Desde Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron ayer la restitución del nieto 140, hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, quienes fueron secuestrados en diciembre de 1976 en Cutral-Có, Neuquén.
El equipo de Nuevo Diario, a partir de esta noticia, se comunicó con miembros de Red por el Derecho a la Identidad de Santiago del Estero.
"Cada nieto que recupera su identidad es un acto de justicia. Un acto de amor político. Una victoria sobre el silencio y el terror. El nieto 140 no es solo un número: es una vida que vuelve a su cauce, es un nombre verdadero que se abre paso entre archivos, ausencias y abrazos que esperaron décadas", reflexionaron.
El hijo de una pareja asesinada por el terrorismo de Estado nació en cautiverio, en el centro clandestino "La escuelita" de Bahía Blanca, Buenos Aires.
Fue apropiado e inscripto con una identidad falsa; sin embargo, "la memoria lo encontró —celebraron— porque cuando todo parecía perdido, las Abuelas estaban ahí".
"Abuelas de Plaza de Mayo, esas mujeres que transformaron el dolor más hondo en una causa universal, llevan casi medio siglo buscando. Lo hacen con perseverancia, con coraje y con ciencia. Impulsaron la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), el desarrollo del índice de abuelidad, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y sembraron redes en todo el país. Así nació también la Red por el Derecho a la Identidad, que desde cada rincón acompaña, escucha, orienta y abraza", remarcaron.
Desde la Red consideraron que "encontrar a un nieto no es mirar al pasado: es conquistar el presente y garantizar un futuro con verdad".
Y agregaron: "Es decirle a ese hombre o esa mujer: te robaron todo, pero acá estamos, y no vamos a soltarte hasta que sepas quién sos".
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"Esa lucha está amenazada"
Consultados por el contexto del país en materia de derechos humanos, acusaron que "se intenta relativizar el genocidio, cerrar espacios de memoria, vaciar de recursos a la Conadi y reducir a un relato lo que fue un plan sistemático de apropiación de bebés".
"Cada restitución se vuelve un grito colectivo: la identidad no se negocia. La identidad es un derecho humano inalienable".
No obstante, alertaron que "hoy esa lucha está amenazada".
"El decreto 351/2025, firmado por el presidente Javier Milei, dejó al Banco Nacional de Datos Genéticos en una situación de extrema vulnerabilidad: le quitó la autarquía y la autonomía, lo convirtió en un organismo desconcentrado bajo la Jefatura de Gabinete, y le impide administrar sus propios recursos", recordaron.
Y añadieron: "Lejos de agilizar su funcionamiento, lo burocratiza, lo ralentiza y lo pone en riesgo. Las muestras genéticas que permiten restituir identidades, las verdades más puras que guardamos como país, están hoy en peligro. Aunque el Congreso ya había protegido al BNDG en el marco de la Ley de Bases, este decreto lo interviene de hecho. Por eso, Abuelas de Plaza de Mayo pidieron a los diputados y diputadas que hagan valer su palabra, y que no permitan este retroceso. Hay más de 300 nietas y nietos que todavía viven con una historia falsa. Y como dijo una vez una abuela: un nieto que no recuperó su identidad es un desaparecido que camina".
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Si tienes dudas
Desde la organización, por último, deslizaron: "Si tenés dudas, si te hacés preguntas, si algo no cierra en tu historia o en la de alguien que conocés, no te calles. No sigas solo. Acércate a Abuelas, a la Red, a la verdad. Porque no hay descanso hasta que el último nieto encuentre su nombre, y con él, su historia, su familia, su lugar en el mundo".
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