Nuevo Diario visitó el Mercado Armonía y dialogó con locatarios de distintos comercios, quienes expresaron su preocupación por la crítica situación económica que enfrentan. Con la esperanza puesta en julio, el mes de mayor demanda en Santiago debido a la fiesta de la ciudad, los comerciantes buscan un respiro en medio de una realidad desalentadora.
Uno de los carniceros compartió con El Multimedio la difícil realidad que viven a diario: “Esperamos que levanten un poco las ventas, a la mañana es un desierto, no aparece nadie. Después, muchas personas pasan pero a esta altura del mes ya no compran nada, andan paseando más que nada. El poder adquisitivo se ve que se fue perdiendo, la verdad que por día vendemos mucho menos de la mitad, comparado con el año pasado”.
La situación no es diferente para los locales de artesanías, que también dependen del repunte de julio para mejorar sus ingresos. “La verdad que ya no nos estoqueamos como antes, lo que tenemos ahora exhibido en el negocio es lo que pedimos a principio de año. Como las ventas fueron muy bajas, no vemos la necesidad de seguir pidiendo más mercadería. Esperamos que en julio se venda algo”, comentó una locataria de artesanías de la planta baja del centro comercial.
A pesar de los esfuerzos del Mercado Armonía para atraer clientes, como la organización de ferias y música en vivo casi todos los sábados, los resultados no han sido los esperados. “El Mercado propone cosas para que la gente se llegue; hay una feria, que ahora mermó un poco, hay música en vivo casi todos los sábados, así que en ese sentido notamos que quieren atraer gente, pero no se vende casi nada. Esperamos que con la llegada de los turistas que visitan todo el mes que viene podamos recuperar un poco de lo invertido y salir adelante. Y esperamos a julio así sentadas, sin vender nada, es una pena pero lo tomamos con mucho humor para pasar el momento”, comentó una artesana del primer piso.
